La pasada semana Unidas Podemos y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) lanzaron una advertencia al PSOE: el voto para los Presupuestos "se suda". Y el PNV ha hecho lo propio. El portavoz de los nacionalistas vascos en el Congreso, Aitor Esteban, ha reclamado "gestos" al Gobierno central en la negociación de los PGE y que no espere "lisa y llanamente" su apoyo a las Cuentas. Asimismo, ha afirmado que para malestar del Ejecutivo español, las "pegas" para acordar el traspaso del IMV las pone solo el ministro Escrivá.

En declaraciones a Radio Euskadi, el representante jeltzale ha reconocido que suele ser "un poco escéptico" respecto a que se complete el calendario de transferencias próximamente, ya que "de la promesa hasta que se ejecuta...".

Respecto a la negociación presupuestaria y al hecho de que el Ingreso Mínimo Vital pueda suponer una línea roja del PNV a la hora de apoyar las Cuentas, Esteban ha defendido que "el Gobierno tiene que hacer gestos".

"El IMV ya está en la ley... Lo que no vamos a tolerar es que esto se retrase más porque el acuerdo en sí estaba hecho, se introdujo en la ley y el ministro Escrivá tiene todos los mecanismos para llevarlo adelante. Para malestar del propio Gobierno español, según me manifiestan otros ministros, Escrivá pone unas pegas que nadie más que él ve", ha afirmado.

De este modo, ha reconocido que no puede garantizar la posición del PNV ante los Presupuestos porque ya les han advertido que necesitan ver "que se mueven". "Lo que el Gobierno no puede hacer es esperar lisa y llanamente el voto favorable del PNV per se. Esto al final tiene que ser recíproco", ha añadido.

Preguntado por cómo puede afectar la situación de Cataluña a los Presupuestos Generales del Estado, Esteban ha incidido en que además de los contenidos, "en Cataluña la agenda política de lo estético tiene importancia y hay elementos emocionales muy sensibles". "El caso de Puigdemont es muy sensible... es una situación muy volátil", ha sostenido.

Por otro lado, ha afirmado que "lo que no es una solución" para la situación del expresident de la Generalitat es mantener la euroorden ya que "no tiene ningún sentido". "La solución no es una solución a través de los tribunales; el problema es político y desde ese punto debe abordarse", ha defendido.