El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha avanzado que la intención del Gobierno es prolongar más allá de los 15 días el estado de alarma porque dos semanas no darán a España la "capacidad para ganar la batalla" contra el coronavirus. Según la carcasa normativa vigente, en caso de querer ampliarlo, se requiere el consentimiento expreso del Congreso de los Diputados que, ente este momento, se encuentra bajo mínimos. Se espera, por tanto, que se celebre un pleno de lo más extraordinario por lo insólito de la situación.

La ley orgánica que regula tanto el estado de alarma como de sitio y excepción (ley 4/1981 del 1 de junio) permite al Gobierno servirse de un real decreto para promulgar el estado de alarma con la única obligación de informar a la Cámara Baja. Sin embargo, para dilatarlo, necesita de la implicación del poder legislativo.

Se celebrará una Junta de portavoces por videoconferencia y los diputados votarán telemáticamente, personándose tan solo los que tienen previsto intervenir

El Artículo 116.2 de la Constitución establece que “el estado de alarma será declarado por el Gobierno mediante decreto acordado en Consejo de Ministros por un plazo máximo de quince días, dando cuenta al Congreso de los Diputados, reunido inmediatamente al efecto y sin cuya autorización no podrá ser prorrogado dicho plazo. El decreto determinará el ámbito territorial a que se extienden los efectos de la declaración”.

En la misma tónica se mueve el artículo sexto punto dos de la ley que regula estas medidas: “En el decreto se determinará el ámbito territorial, la duración y los efectos del estado de alarma, que no podrá exceder de quince días. Solo se podrá prorrogar con autorización expresa del Congreso de los Diputados, que en este caso podrá establecer el alcance y las condiciones vigentes durante la prórroga”.

El Congreso, semi cerrado

Tras suspender la sesión plenaria del pasado martes día 10 por el positivo de Javier Ortega Smith, secretario general de Vox, y varios diputados de la formación -entre otros, Santiago Abascal-, Meritxell Batet, presidenta del Congreso, anunció el jueves que el hemiciclo aplazaba su actividad durante dos semanas como medida preventiva.

Se celebrará un pleno el día 24 de marzo para votar los reales decretos-leyes pendientes. En este sentido, está previsto que esta semana se reúna la Junta de portavoces por videoconferencia para acordar el orden del día y, si fuera necesario, introducir la votación sobre la extensión de los plazos del estado de alarma.

El Congreso deberá, por tanto, retomar su actividad. El pleno se celebrará, pero la presidencia ha habilitado la votación telepática con carácter general para que únicamente tengan que personarse en el hemiciclo los diputados que tengan previsto intervenir.

Más medidas de prevención

Esta iniciativa se une al Plan de Actuación adoptado por la secretaría general del Congreso frente a la situación epidemiológica. Con el objetivo de reducir el riesgo de contagio, la Cámara Alta dispuso de información audiovisual en los accesos a los edificios, ascensores, cafeterías y restaurantes; se colocaron dispensadores de gel hidroalcohólico y se extremó la limpieza en los elementos de uso común, como pomos de las puertas, botones de los ascensores, etcétera.

Asimismo, se han sustituido temporalmente las acreditaciones de plástico por etiquetas adhesivas desechables, y se ha indicado que las personas que accedan a los edificios tendrán que mostrar el DNI de modo que los funcionarios del cuerpo de ujieres tomen nota sin necesidad de contacto.

También, como medida estratégica, se suspendieron las visitas y todos los actos extraparlamentarios, se establecieron servicios mínimos y se facilitó el teletrabajo.