Es la comidilla de la política extremeña estas navidades. El pulso 'a muerte' que se ha establecido entre dos de los hombres fuertes de la Comunidad, el alcalde de la capital, Pedro Acedo, y el presidente del Gobierno, José Antonio Monago... Una 'pelea de gallos' que, nada sorprendetemente, son del mismo corral, el del PP. En realidad una pelea que recuerda mucho, redimensionada, a la establecida hace tiempo en Madrid entre Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy.
 

Monago en rueda de prensa, delante del que está intentando convertir en su eslogan para superar 'su historia canaria': austeridad. La lógica que le ha llevado a lo de la venta de la Residencia Oficial de Mérida y que se monte el lío. Foto EFE

 

 


Las consecuencias de tapar mal 'la historia canaria'
Como se sabe, José Antonio Monago decidió tapar 'su historia canaria' poniéndose el traje de la 'austeridad'. Y en esa línea, a él y a su consejero de todo, Ivan Redondo, se les ocurrió presumir no sólo de que Monago se quedaba en su casa particular, donde pagaba todas las facturas y no tenía ni parabólica, sino que habían renunciado a utilizar la Residencia Oficial del Gobierno en Mérida (la Moncloa extremeña), para ahorrar del dinero de los extremeños.

Un tiro que le salió a Monago y su gente por la culata, porque se descubrió así que el presidente 'austero' vivía en un chalet en la zona más exclusiva de Badajoz, y que no sólo su capricho sí costaba dinero a todos, sino que incluso causaba problemas en la policía por la necesidad de adscribir agentes a su residencia que tendrían que estar cumpliendo otros cometidos, según denunciaban los propios sindicatos policiales.

Pero una vez cogido ese linde, lejos de dar marcha atrás, a Monago y a Redondo se les ocurrió la idea de ir más lejos, de vender 'el ahorro total' y así anunciaron su intención de poner en venta la residencia oficial. Un gesto que, era esperable, en Mérida percibieron como una forma de 'descapitalizar' la ciudad. De nuevo redimensionando, es como si en Washington se quedaran con la capitalidad, pero el presidente vendiera la Casa Blanca y se fuera a vivir a Virginia. Seguramente, a los 'washingtonianos' y su alcalde la cosa no les hiciera gracia.

 

 

 

Entrada al complejo de chalets en los que vive Monago..., sin parabólica

 

 


Una pelea con antecedentes ya añejos
Pero es que para añadir más picante a la historia, resulta que el alcalde de Mérida no es cualquier persona en el Partido Popular. En 2007, Pedro Acedo era el rival de Monago para presidir el PP extremeño, y de paso también para convertirse en el 'candidato' del partido para las elecciones autonómicas. Al final, nos dicen en fuentes políticas extremeñas, Acedo cedió, y Monago se hizo con el poder y en 2011 con el Gobierno de la Junta. Pero la historia quedó ahí, sin cerrar por completo. En el archivo de 'temas pendientes'.

Resultado, en Mérida, la 'decisión' de Monago, que ahora mismo parece irrevocable, de poner en venta la residencia del Presidente se ha visto como un agravio, y en el PP emeritense como el momento de 'decir basta'. Tal es así, que de las grandes ciudades de la Comunidad, Pedro Acedo ha sido el último 'barón popular' en dar el sí para encabezar la lista electoral e intentar renovar su puesto en la alcaldía. Y eso para casi de manera inmediata poner un ultimátum sobre la mesa: si Monago insiste, si se vende la residencia oficial, él se retira.

Dicen quienes siguen el día a día de la política extremeña que con este gesto Acedo no hace sino utilizar la lógica; la de retirarse ante una pelea perdida: "si venden la residencia oficial, que el PP se olvide de ganar en Mérida, porque la ciudad entera está en contra".

 

 

 

 

Pedro Acedo, alcalde de Mérida. Foto PP Extremadura

 

 


Monago encuentra un rival que podría ir a por todo
Pero que también hay otro factor. Uno impensable hace un año. Con Monago en caída libre tras los escándalos que ha ido acumulando por sus torpezas para afrontar 'su historia canaria', con encuestas que le señalan como el político peor valorado en la Comunidad, con la marca PP desprestigiada y el aire de 'renovación' que sopla en todas las fuerzas políticas, Acedo podría ver el momento de 'regresar' a 2007 y reclamar 'el trono' que entonces cedió.

El pulso en cualquier caso es público, y con forma de órdago. Y todo indica que el PP en Extremadura se apunta a 'pelea de gallos' para resolver su futuro inmediato.