Pablo Casado y su guardia pretoriana se las prometía muy felices la noche electoral. Los resultados del Partido Popular fueron catastróficos. El charrán fue barrido del mapa por el PSOE, pero Casado salvó el pellejo gracias a la joya de la corona: la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital. Los números dan para repetir un acuerdo a la andaluza con Ciudadanos y Vox. Sin embargo, todo se puede torcer. Los pactos de Gobierno e investidura ya no estarán influidos por intereses electoralistas. Ciudadanos, de hecho, ya ha levantado el veto al PSOE y se abre a pactar en varias plazas. Así las cosas, en las últimas horas ha ganado fuelle una hipótesis: ¿Podría gobernar Ángel Gabilondo la Comunidad de Madrid aupado por Ciudadanos a cambio de que los socialistas presten su apoyo a Begoña Villacís para la alcaldía?

Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida dieron por sentado que serían presidenta autonómica y alcalde respectivamente. Las horas pasaron y, en una entrevista en ABC, Diaz Ayuso ya no se muestra tan convencida. A la pregunta de si es posible un pacto entre PSOE y Ciudadanos ha admitido que “en el Ayuntamiento sí, y en algunas comunidades autónomas también”.

De esta manera, la candidata popular ha dado pábulo a las confabulaciones sobre posible intercambio de cromos en la capital. La pregunta es: ¿La aritmética parlamentaria lo permite?

Sí, es posible un pacto entre socialistas y naranjas, siempre y cuando se sume a la ecuación el apoyo de Más Madrid.

Ostentar la alcaldía de Madrid gracias al PSOE asearía a Ciudadanos y le daría el escaparate que necesita para dar el salto cualitativo

En el caso de la Comunidad de Madrid, los 37 concejales de Gabilondo sumados a los 26 de Ignacio Aguado alcanzan un montante total de 63, a cuatro de la barrera de la mayoría absoluta. Por su parte, PP (30) y Vox (12) suman 42.

Con respecto al Ayuntamiento, la fórmula PSOE-Ciudadanos suma el mismo número de concejales que PP-Vox: 19. La primera coalición cuenta con un mayor número de votos (535.199 a 518.960). Pero en este caso concreto hay una tercera pata. Y es que, Manuela Carmena también cosechó 19 concejales.

Según la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, en caso de empate a número de concejales, será elegido alcalde aquel que encabezó la candidatura con mayor número de votos. En caso de que también hubiera empate, se lanzará una moneda al aire. No obstante, la ley electoral habla de candidaturas, no confluencias, por lo que este arreglo no sería posible. Además, es necesario mayoría absoluta, no es suficiente la mayoría simple.

En consecuencia, Más Madrid sería determinante y se le podría presionar retóricamente: ¿Un Gobierno de PSOE y Ciudadanos o uno con PP y Vox?

Las razones de Ciudadanos

Inés Arrimadas anunció este lunes que Ciudadanos ha creado un Comité Nacional de Negociación de Gobiernos para analizar “caso por caso”. José Manuel Villegas, José María Espejo y vicesecretarios de comunicación y organización serían los encargadas de supervisar, con el beneplácito de la cúpula, los distintos pactos.

Con la creación de este órgano, Albert Rivera ya ha levantado el veto a Sánchez, a pesar de que Arrimadas ha insistido en que su prioridad es pactar con el PP. ¿Pero y si ese acuerdo incluye a Vox?

Los naranjas ya pretendieron marcar distancias con la ultraderecha en las negociaciones en Andalucía, y el propio Aguado ha insistido en que “solo” hablarán con el PP, no con Vox.

Manuel Valls, exprimer ministro de Francia y candidato a la alcaldía de Barcelona, ya ha advertido a Albert Rivera que abandonaría a los naranjas si pactan con la extrema derecha. Y es que, son muchas las razones por las que Ciudadanos podría decantarse por mirar a su izquierda.

Asearse

Ciudadanos podría recuperar la transversalidad de la que acostumbra presumir si da la espalda a Vox en favor de Gabilondo. Además, darle las llaves de la Comunidad y del Ayuntamiento a un partido marcado por la corrupción podría poner en evidencia -una vez más- su compromiso con la regeneración democrática.

Asimismo, si Villacís consigue ser investida alcaldesa, Rivera tendría por fin el escaparate ideal para dar un salto cualitativo.

En este punto cabe preguntarte si el precio pagado, entregar la Comunidad de Madrid a Gabilondo, es justo o excesivo. Al fin y al cabo Ciudadanos aspira a comerse al PP y para ello deberá confrontar con Sánchez.

Que comience el juego de cromos…