El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el secretario general de Unidas Podemos han alcanzado un preacuerdo de Gobierno para alcanzar una coalición que consiga desbloquear la situación de bloqueo parlamentario. Sin vetos, Pablo Iglesias será el próximo vicepresidente del Gobierno liderado por el líder socialista, dejando atrás los momentos de crispación personal entre sendos dirigentes que degeneró en una escalada de peticiones recíprocas que impidió consumar un acuerdo de gobernabilidad.

Las negociaciones han estado dirigidas por Adriana Lastra, Iván Redondo (asesor y hombre de máxima confianza de Pedro Sánchez) e Irene Montero. Un equipo renovado y más propicio para el acuerdo que el encabezado por Carmen Calvo y Pablo Echenique tras las elecciones del 28 de abril.

Analizando los resultados electorales, Ferraz decidió apostar por la coalición con una marcha extra. Esta fórmula, tan vilipendiada en la segunda parte de las negociaciones pasadas, fue sometida a la mesa de votación y aprobada por los plenipotenciarios socialistas. A pesar de que los dos partidos que han anunciado su entendimiento este martes han perdido escaños, desde el PSOE creen que llegar a un acuerdo ha sido, ahora, más sencillo.

El anuncio se ha realizado a las 14 horas en comparecencia conjunta de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Esta ha sido la voluntad de sendos partidos, después de que Pedro Sánchez llamara este lunes a las 16 de la tarde a Pablo Iglesias para trasladarle su voluntad de cerrar un acuerdo. "Es un verdadero honor poder trabajar desde el Gobierno. En las próximas semanas trabajaremos todos los detalles sobre la estructura del programa. El proyecto político es tan ilusionante que supera cualquier tipo de desencuentro que hayamos tenido", ha alegado Iglesias, visiblemente satisfecho por el trabajo realizado y fundiéndose en alabanzas compartidas con el líder socialista.

Los dos líderes han mantenido conversaciones fluidas en las últimas horas. Diálogo que se ha producido sin anuncios a la prensa y de una forma muy discreta, tratando de evitar que se dinamitaran los puentes tratando de imponer un relato que torció las conversaciones anteriormente.

Dentro del preacuerdo que ha sido anunciado esta tarde se fijan 10 líneas de actuación prioritaria para el nuevo Gobierno. Se trata de un manifiesto de intenciones entre las que destaca la lucha contra el cambio climático y transición energética, políticas feministas de lucha contra la violencia machista y de fomento de la igualdad retributiva real y combate de la trata y la explotación sexual, una ampliación de los derechos sociales que incluye la muerte digna y la diversidad de identidades, combate de la precariedad y el desempleo mediante una reforma laboral que garantice (y recupere), los derechos de los trabajadores. Además, se abordarán también políticas económicas y sociales que protejan la protección de los servicios públicos y el sistema de pensiones, así como el derecho a la vivienda. Por último, también se han acordado acciones urbanas como el control de la expansión de las casas de apuestas.