Después de acusar duramente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de haber plagiado su tesis doctoral, ahora es Pablo Casado el señalado por este delito.

Hace tiempo que la sombra del plagio planea sobre el líder del PP, concretamente sobre su artículo La diplomacia parlamentaria del año 2012. Ahora, el programa informático iThenticate ha verificado que el 36% de ese texto es sujeto de plagio y, de ese porcentaje, el 31% procede directamente de textos copiados de la web del Congreso de los Diputados, según afirma eldiario.es.

Para más detalles, este artículo se publicó junto a otros en un libro o colección de la Escuela Diplomática, un volumen que fue financiado por el Ministerio de Exteriores durante el Gobierno del PP, formación que ahora lidera Casado y de la que por aquel entonces era diputado y colaborador del expresidente del Gobierno José María Aznar.

Por último, para cerrar el círculo que vincula este artículo, con más de un tercio de texto plagiado, con el Partido Popular, el nombre que figura como firmante de su prólogo no es otro que el de José Manuel Soria, ministro de Industria que tuvo que dimitir tras aparecer su nombre en los Papeles de Panamá y encadenar contradicciones en sus explicaciones.

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Los textos copiados tienen derechos de autor

En sus nueve páginas, se encuentra un 31% de texto directamente copiado y pegado de la web del Congreso, con párrafos enteros y sin citar.

Hay quien podría pensar que, al tratarse se un texto publicado en la web de un organismo público no existe plagio. De hecho, la defensa de los más cercanos a Casado siembre ha ido por esta idea, por defender que no hay ningún problema puesto que son textos institucionales y que no tiene autor conocido.

Pero se equivocan. Este texto está protegido bajo la Ley de Propiedad Intelectual; es decir, tienen derechos de autor.

El Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, aprobaba el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual. En el, se explica que “la propiedad intelectual es el conjunto de derechos que corresponden a los autores y a otros titulares (artistas, productores, organismos de radiodifusión...) respecto de las obras y prestaciones fruto de su creación”.

En el caso de los textos escritos, no se pueden reproducir sin citar o sin el permiso expreso del autor, o se estaría incurriendo en un delito de plagio.

Además, en el artículo 13 de esta norma, se habla de “exclusiones”, de los casos en los que no se puede aplicar la Ley de Propiedad Intelectual o los derechos de autor. Si leemos el artículo, veremos que determinados textos creados por organismos públicos están exentos, pero sólo aquellos que sean “acuerdos, deliberaciones y dictámenes”.

En el caso de los textos copiados por Pablo Casado, no se trata ni de un acuerdo ni de una deliberación o dictamen, por lo que habría cometido plagio.

Este es el texto íntegro del artículo 13 de la Ley de Propiedad Intelectual que habla de “exclusiones”:

“No son objeto de propiedad intelectual las disposiciones legales o reglamentarias y sus correspondientes proyectos, las resoluciones de los órganos jurisdiccionales y los actos, acuerdos, deliberaciones y dictámenes de los organismos públicos, así como las traducciones oficiales de todos los textos anteriores”.