Pablo Casado ha estallado esta mañana en la cadena COPE sobre las dudas que plantean su máster y sus respectivas notas. “Llega un momento en que uno se siente víctima. Que nos dejen en paz. Estoy harto”. Y continúa: “si una universidad hace algo mal, que les pregunten a ellos. Tengo dos carreras, como tiene mucha gente. No voy de catedrático de metafísica ni de registrador de la propiedad”.

Fuentes directas del Partido Popular sostienen que el anuncio de Pedro Sánchez sobre promover una reforma exprés de la Constitución para eliminar los aforamientos a políticos solo tiene un objetivo: Pablo Casado, que se encuentra pendiente de que el Tribunal Supremo tome la decisión de si se le imputa o no por su máster. Aunque un letrado de las Cortes duda de que, en caso de llevarse a cabo dicha reforma, se pudiera aplicar sobre el líder del Partido Popular de manera retroactiva.

Pablo Casado no ha dudado en acusar a Sánchez de que su única pretensión es “abrir en canal la Constitución para salir de puntillas de un escándalo personal”, refiriéndose a las sospechas que han acompañado a su tesis en estos últimos días.

El líder del PP lo tiene claro. No va a dimitir si el Supremo le imputa, al igual que tampoco tiene ninguna intención de entregar sus trabajos a los medios de comunicación. Casado entiende que la juez Carmen Rodríguez-Medel utilizó las explicaciones que dio a los medios contra él en la exposición razonada que envió al Supremo, en las que afirma que el máster fue “un regalo” para Casado “por su relevancia política e institucional”. La formación popular insiste en que el asunto “quedará en nada” y han programado su convención programática para el próximo 1 de diciembre, confiando en que para esa fecha el caso Máster ya esté zanjado.