El Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha querido poner como ejemplo de un nuevo modelo territorial hacia la descentralización la reconversión del antiguo campamento de Montelarreina en la provincia de Zamora como futuro Cuartel de Infantería.

La medida, que ya ha sido incluida en el capítulo de Inversiones de borrador de los Presupuestos Generales del Estado para 2022, con una dotación inicial de 20 millones de euros para poner en marcha el proyecto, supondría la llegada a una de las provincias más castigadas por la despoblación como es Zamora de más de 4.000 personas, un inyección económica de más de 42 millones de euros, una inversión superior a otros 85 millones, un incremento del 1,16% del PIB y, por supuesto, la generación de empresas y empleo indirecto, un factor clave para el asentamiento de población.

Sin duda ha sido una noticia acogida en Zamora con ilusión y esperanza por cuanto supone el cumplimiento de un compromiso del Presidente del Gobierno, pero, sobre todo, supone un motivo real para pensar que las cosas pueden cambiar, frenar la dramática sangría poblacional de los pueblos y ciudades de la provincia y que, en un futuro próximo, la pirámide poblacional pueda invertirse.

Lo cierto es que la medida recogida en el borrador de los Presupuestos Generales del Estado de 2022 en relación al cuartel de Montelarreina de Zamora ha tenido como consecuencia inmediata el inicio de un debate sobre el nuevo modelo territorial que plantea el actual Gobierno de España para revertir la situación de la España despoblada.

Esa España despoblada de interior en la que provincias como Zamora fueron el origen de cientos de miles de emigrantes en los años 50 hacia países europeos como Alemania, Francia o Suiza y en los 60 y 70 hacia Madrid, Barcelona, Valladolid, País Vasco y tantos otros territorios de España en el inicio de la expansión industrial y económica.

Ello supuso, sin duda, la concentración económica y poblacional en determinadas ciudades y lugares de España en detrimento de pueblos y ciudades que fueron vaciándose. Es el caso de Zamora que ha perdido casi la mitad de su población desde mediados del pasado siglo, pasando de 316.493 en el año 1950 a 172.539 en el año 2019.

El envejecimiento progresivo y la falta de relevo generacional vinculada a la caída en picado de la tasa de natalidad han contribuido a acentuar la despoblación en la ya España despoblada, hasta el punto de que la provincia de Zamora, solo desde el año 2.000, haya perdido un 16% de su población.

Me refiero a Zamora porque es la provincia por la que soy Diputado, una de las que más sufre el declive poblacional y que presenta dramáticas perspectivas para los próximos años si no tomamos medidas inmediatas para invertir la actual situación. Aunque la situación, en mayor o menor medida, es extensible a cualquiera de las provincias, pueblos y territorios, principalmente de interior, que han sufrido y sufren la pérdida del capital humano.

Y ese es uno de los objetivos del Gobierno, la lucha contra la despoblación mediante la creación del Ministerio de Reto Demográfico impulsado por el PSOE. El denominado “Plan de Recuperación de 130 Medidas frente al Reto Demográfico” recoge en su Eje 7º de actuación el “Refuerzo de los servicios públicos e impulso de la descentralización”.

El Gobierno ha planteado en este documento su compromiso por la cohesión social y territorial orientando sus acciones a reducir y eliminar las brechas territoriales, especialmente la brecha entre el mundo urbano y el mundo rural.

Específicamente, tal y como señala el propio Plan, “se orienta hacia un amplio conjunto de objetivos que impulsen la igualdad de oportunidades y la vertebración territorial, mediante, entre otras cuestiones, la diversificación económica de las zonas más desfavorecidas, el impulso de la innovación; la plena conectividad digital; el reforzamiento de los vínculos rurales y urbanos; la puesta en valor del territorio y de sus posibilidades endógenas de crecimiento; la adecuada prestación de los servicios básicos; o la incorporación de la perspectiva demográfica en el proceso de toma de decisiones del Gobierno”.

Por tanto, el futuro Cuartel de Infantería de Montelarreina está enmarcado en esa nueva estrategia del Gobierno de España de impulsar la descentralización los servicios públicos del Estado en la lucha contra la despoblación.

En el debate del reciente 40º Congreso Federal del PSOE la “España despoblada” ha tenido un protagonismo especial. El PSOE ha pasado a la acción para poner fin al abandono endémico sufrido por esa España despoblada, para darle un giro a esa situación de desventaja.

Por primera vez en la historia de este país un Gobierno y un partido político, el PSOE, se han tomado en serio la despoblación y el reto demográfico en España y los ha fijado como prioridad, adoptando medidas legislativas, económicas y sociales para un nuevo modelo territorial en el que la descentralización ha de ser uno de los principales objetivos.

Sin equilibrio territorial, demográfico y económico el Mundo Rural, nuestros pueblos, la España despoblada, no podrían sobrevivir.

Antidio Fagúndez es diputado del PSOE por Zamora.