Meneses del Campo, localidad donde nació el abuelo del actual líder del Partido Popular, Pablo Casado, y que gobierna desde 2003 el alcalde -y apoderado popular- Alberto Blanco, su primo. Desde allí se ha elevado una consulta a la Junta Electoral después de hallar en la urna más votos que sobres.

Según informa El Norte de Castilla, la localidad de poco más de un centenar de habitantes, sufrió un pequeño problema durante el pasado domingo 13 de febrero que podría afectar al recuento final. El problema fue que se identificaron 94 papeletas en el interior de la urna cuando la misma únicamente albergaba 93 sobres.

En un principio se valoró la posibilidad de que un sobre contuviera no una, sino dos papeletas. Pero, claro, ¿cuál?  El antecitado medio subraya que los miembros de la mesa y los apoderados discutieron sobre qué hacer y qué había ocurrido, sin embargo, al no dar con la raíz del problema, optaron por trasladar el asunto a la Junta Electoral.

Según recoge El Norte de Castilla, el alcalde y primo de Casado, Alberto Blanco, ha admitido que “he vivido muchas convocatorias electorales” y en todas ellas “siempre hemos resuelto todas las posibles incidencias”. No obstante, “en esta cita no ha podido ser”, ha sentenciado.

El recuento de la urna queda ahora, por tanto, en manos de la Junta Electoral. Cabe recordar que en Meneses del Campo no había ningún escaño en juego, por lo que una papeleta no alteraría en gran medida el resultado final. El voto en juego no iba a tornar la victoria del Partido Popular, que se colocó como la lista más votada con 34.

Una macrogranja

El pueblo no so ha copado la polémica en los últimos meses únicamente por el problema con el recuento. Se trata de la localidad en la que el primo de Casado, Alberto Blanco, planeaba instalar una macrogranja situado entre Tierra de Campos y los Montes Torozos. Así las cosas, el enclave pasaría de ser un lugar tranquilo con poco más de un centenar de habitantes a convertirse en un negocio para Blanco a costa del bienestar de sus vecinos.

El proyecto del edil no tardó en recibir el rechazo frontal del pueblo. Sus vecinos no veían esta propuesta con buenos ojos desde un punto social, puesto que inundaría de un olor fétido la zona. Con los alcaldes de la oposición y organizaciones como Ecologistas en Acción también en contra, Blanco justificó la contrucción aludiendo a que debido a la pandemia "aún no han podido explicar el proyecto”. Además, esgrimió que con ella dará trabajo a unas 35 personas del pueblo y las localidades limítrofes.

El proyecto no llegó a materializarse. Tras el revuelo, el Ayuntamiento decidió retirar su apoyo y ahora está en manos de la Junta de Castilla y León, que decidirá si da licencia para el proyecto o no. Blanco se lava las manos.