El Gobierno de coalición continúa cerrando acuerdos con sus socios habituales para garantizar una holgada mayoría que apruebe los Presupuestos Generales del Estado. Así, Moncloa ha cerrado con Más País la creación de un Observatorio de Trastornos de Conductas Alimentarias, uno de los principales reclamos de los de Íñigo Errejón. El objetivo es trabajar junto a asociaciones que tiempo ha que estudian el asunto para recopilar datos y que la Administración pública pueda proponer soluciones a un problema que afecta a casi medio millón de personas en España.

Desde Más País explican que la cotidianeidad promueve y enaltece “determinar ideales de cuerpo y de belleza”, “a menudo falsos e imposibles de alcanzar”. “Los anuncios de televisión, el papel de la moda y en los últimos años y no por ello menos nocivo, el acceso a nuevas tecnologías de la comunicación como el uso de las redes sociales, refuerzan estos ideales de belleza generando un malestar y sufrimiento que se traduce en muchas ocasiones en Trastornos de Conducta Alimentaria y que tiene como principales víctimas a las personas más jóvenes, especialmente a las mujeres”, lamentan.

Según datos de 2019 de la Fundación Fita y de la Asociación Española para el Estudio de los Trastornos de la Conducta Alimentaria de 2019, más de 400.000 jóvenes padecen trastornos de conducta alimentaria en nuestro país. “Se trata de una pandemia silenciosa, a menudo invisibilizada por quienes la padecen y su alrededor por temor al estigma o la falta de información y frente a la cual tenemos que actuar”, esgrimen desde la formación liderada por Errejón.

Más País pone el foco en Internet, pues aseguran que “somos conscientes de que las redes sociales y sus algoritmos premian y promocionan un determinado ideal de belleza que es lesivo para las personas, especialmente en la juventud”. Cabe recordar que, a principios de octubre, registraron en el Congreso una iniciativa para forzar a Instagram a identificar las fotos que habían sido retocadas. “Hace un año se filtraron informes internos de Instagram, publicados en el Wall St. Journal, que arrojaban información muy preocupante: una de cada tres mujeres se siente peor con su cuerpo debido a lo que ven en Instagram”, abundan.

En consecuencia, “necesitamos transparencia en torno a esta cuestión y datos que nos permitan conocer cuál es la profundidad del problema y cuáles serían las transformaciones que se necesitan para que esto deje de pasar y conseguir tener un entorno digital diverso y sano”. “Queremos una sociedad que promueva modelos compatibles con la vida y con el bienestar de las personas. Una sociedad diversa que promueva la diversidad de cuerpos que existen y no los criminalice, que luche contra la normatividad de los cánones de belleza actuales y que sitúe en su lugar la pluralidad de cuerpos realmente existente”, remachan.