El fantasma de la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana sobrevuela la ley de Vivienda. La comúnmente conocida por sus detractores como ley Mordaza decayó en comisión y, ahora, la de Vivienda está encallando precisamente en la misma fase. El pasado 24 de enero se constituyó la ponencia del nuevo articulado con el que se pretende regular el precio de los alquileres. Desde entonces, no solo no se ha registrado avance alguno, sino que se han producido “retrocesos”, tal y como afirmó el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique. A pesar de que los morados tenían un acuerdo verbal con la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez Jiménez, la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, no terminó de dar el beneplácito. El Ministerio de Asuntos Económicos fue el encargado de redactar la propuesta definitiva y trasladó esta versión a sus socios de Ejecutivo y aliados parlamentarios (ERC y EH Bildu). Todos ellos salieron muy descontentos de la cita y, hasta la fecha, no ha habido más negociaciones, ni se espera que las haya hasta después de Semana Santa.

En las últimas semanas, el ala socialista del Gobierno ha concentrado sus esfuerzos primero en la reforma del sólo sí es sí, después en las negociaciones infructuosas por salvar la reforma de Mordaza y, por último, en sacar rédito e imagen de unidad con Yolanda Díaz tras el episodio de la moción de censura promovido por Vox con Ramón Tamames como protagonista (o antiprotagonista para algunos). Socio habituales del Ejecutivo, como son el Grupo Republicano y la izquierda abertzale, han asumido que no habrá movimientos en la ley de Vivienda hasta después de Semana Santa. Sin embargo, Unidas Podemos, que tiene la tarea electoral de diferenciarse y posicionarse como el ala más progresista del Gobierno, exige al PSOE celeridad en la tramitación de la ley de Vivienda, una de las cuestiones legislativas con más peso en la legislatura.

Una vez terminado el episodio de la votación de la moción, los de Belarra se dirigieron directamente al Grupo Socialista con la publicación de un tuit desde la cuenta de Unidas Podemos que llevaba un afilado mensaje: “Vale, ya se ha acabado el esperpento de la moción fake de Vox. ¿Podemos aprobar ya la ley de Vivienda?”. Una acción que fue acompañada de las declaraciones de la ministra de Igualdad, Irene Montero, quien emplazó al PSOE a demostrar “con hechos” las palabras vertidas durante la moción, exigiendo soltar la mano al PP en la reforma de la ley del sólo si es sí y sacando adelante la ley de Vivienda.

Brilla la ausencia de comunicación

Fuentes de Unidas Podemos lamentan que no hay ninguna negociación abierta desde la reunión con Asuntos Económicos: “Ni un mensaje”. Un desierto comunicativo que ha sido confirmado por el Grupo Socialista, quienes admiten que no ha habido avances y las conversaciones únicamente están siendo informales. En este punto, aclaran que, en efecto, no cabe esperar grandes movimientos antes de Semana Santa, y estos “dependerán en todo caso de cómo vayan las conversaciones informales”.

No obstante, los morados no cesan en demostrar el carácter urgente de la ley y replican que, en el intercambio de impresiones en los pasillos del Congreso, en el ascensor o en una cafetería, no se intercambian propuestas y “sin documentos no se avanza”. Asimismo, confirman que “la idea es tener todo cerrado antes de ponencia” para evitar repetir el escenario de la reforma de la ley Mordaza. Es por este motivo por el que no se ha convocado ninguna reunión de la ponencia desde su constitución, una sesión que, para más inri, apenas duró 25 minutos porque fue convocada a las 11:30 horas y había un pleno extraordinario convocado para las 12:00.

En UP esperan ‘reconducir’ la propuesta

Las fuentes de Unidas Podemos confiesan que no comprenden cómo es posible que “un ministerio [Transportes, Movilidad y Agenda Urbana] te diga que sí y, luego, llega otro [Asuntos Económicos] del mismo partido y le tira todo el trabajo”. Acusan, en este sentido, falta de coordinación en su socio de Gobierno.

Con todo, esperan poder reconducir la situación. En una rueda de prensa celebrada en el Congreso de los Diputados, el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, afirmó que la ley de Vivienda no marchaba bien tras pasar por las manos de Calviño, pero que la pretensión de los morados es “reconducirla”. Los retrocesos, según Echenique, se habrían producido en la regulación de los alquileres, un aspecto en el que ERC y EH Bildu coinciden.