Besos, lapsus o traiciones desde el subconsciente, léxicos grandilocuentes repletos de citas o casi medievales y patadas a la historia, son algunos de los momentos que nos han dejado los líderes políticos durante sus discursos de réplica en la segunda sesión de la investidura.

Este miércoles, el Congreso de los Diputados ha vivido tensiones políticas entre reproches y ataques del resto de grupos a Sánchez, pero también momentos que han rebajado el tono de los discursos y que merece la pena recordar.

1. Iglesias y su patada a la historia pictórica

Durante su intervención Pablo Iglesias, líder de Podemos, ha hecho una comparación pictórica para criticar el pacto firmado entre Ciudadanos y PSOE. Según ha explicado, dicho acuerdo “tuvo como testigo El abrazo de Juan Genovés", un cuadro que se usó como homenaje a los presos políticos del franquismo y, posteriormente, como recuerdo a los abogados de Atocha asesinados por la extrema derecha en la Transición.

Pero parece que Iglesias no está demasiado de acuerdo con la imagen escogida para ser el fondo de la firma del acuerdo y, por eso, ha recomendado un cuadro mejor. "A la vista de los contenidos de su pacto, usted tendría que haber elegido Las lanzas de Velázquez puestos a representar una capitulación".

Las redes sociales han vuelto a actuar como correctores para explicarle que en la pintura de Velázquez, lo que se representa es la victoria de España y la rendición de los Países Bajos.

2. El lapsus de Mariano Rajoy

El actual presidente en funciones, Mariano Rajoy, ha protagonizado uno de los momentos más polémicos, a la par que cómicos, durante esta jornada. No es la primera vez que Rajoy quiere decir una cosa y dice otra, o que su subconsciente le traiciona y acaba diciendo lo que realmente piensa. En esta ocasión ha dicho: "Lo que nosotros hemos hecho, cosa que ni hizo usted, es engañar a la gente", ha dicho ante todo el Congreso.

3. El beso del cambio

Primero fue Bescansa y su bebe, luego las rastas y su forma de vestir para ir al Congreso de los Diputados. Este miércoles, las maneras de los diputados de Podemos han vuelto a dar de qué hablar por un beso, el que han protagonizado Pablo Iglesias y el portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech.

El secretario general de Podemos ha bajado de su escaño a saludar a Doménech cuando éste ha terminado su discurso en su tiempo de réplica a Pedro Sánchez. Su saludo se ha materializado en un beso en los labios.

4. Rajoy se escapa al baño cuando hablan de corrupción

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha dedicado gran parte de su discurso a hablar de corrupción apuntando directamente al Partido Popular.

"Quien no ha limpiado su casa, ¡cómo va a limpiar España de corrupción!". Esta es la frase que Rivera pronunciaba refiriéndose a Rajoy, pero resulta que éste no estaba presente en la Cámara Baja, se había ido al baño. A su vuelta, Rivera no ha tenido ningún problema en repetírselo, para que le quede bien claro.

5. Rivera… o cómo hablar como Churchill y Suárez

Durante la campaña electoral y tras las elecciones, el líder naranja habló de sí mismo definiéndose como el conciliador entre PP y PSOE. Así, ha dicho en varias ocasiones querer similar la figura de Suárez y su papel durante la transición.

Quizás por esto, no ha dudado en usar citas del expresidente del Gobierno durante su discurso. De la misma forma, ha usado las palabras de Winston Churchill en dos ocasiones. "Soy optimista, como decía Churchill, porque lo contrario no serviría para nada" y "Decía Churchuill que el problema de nuestra época es que hay hombres que no prefieren ser útiles, sino importantes. Reflexionen aquellos que se creen muy importantes pero no están siendo útiles a los españoles", ha dicho.

6. El vocabulario conservador de Rajoy

Mariano Rajoy ha apostado por un léxico grandilocuente o, dicho de otro modo, casi medieval. Ha comparado el pacto PSOE-Ciudadanos con el de los Toros de Guisando de 1468 al decir: "El pacto que nos trae con Ciudadanos parece que estuviera al nivel del pacto de los Toros de Guisando, el Compromiso de Caspe o los Pactos de La Moncloa".

Tras viaja hasta el siglo XV, ha hecho lo propio con la Francia de los siglos VVI y XVII, etapa en la que el rigodón triunfaba como danza. "(Sánchez) ha representado con Podemos, Izquierda Unida y Compromís un voldevil de 23 personas mientras se hacía fotos reuniéndose al mismo tiempo con Ciudadanos". "Es un rigodón con cambio de parejas: ha consumido el mes repartiendo promesas y esperanzas con las manos vacías".

Pero también ha introducido términos como: matute (que significa según la RAE “a escondidas, clandestinamente"), florilegio (o “colección de trozos selectos de materias literarias", antendiendo a la definición de la RAE) y ha recordado un pasaje de El Quijote con “el bálsamo de fierabrás”.

7. “Me gusta Malasaña, me gustas tú”

Para intentar ridiculizar la oferta de “mestizaje político” que lanzó el martes Pedro Sánchez en su discurso de investidura, Pablo Iglesias ha aludido a una canción de Manu Chao. “Me gusta Malasaña, me gustas tú”, ha dicho.