Ella lo puso así: “(Bin Laden) reconoció el atentado de Bali, el de Londres, el de Casablanca y, por supuesto, el de las Torres Gemelas. Nunca ha reconocido el de Madrid, ni eso dice la sentencia… Luego está por ver”. Este comentario la elevó al top de las reacciones más comentadas tras el ajusticiamiento de Bin Laden. Pero en realidad lo sucedido en Madrid no está por ver. Está visto y juzgado.

Hay antecedentes que ya anunciaban un posible atentado islamista
Aguirre y los demás partidarios de la teoría conspiratoria olvidan que el 11-M no fue el primer ataque contra España por parte de los grupos yihadistas. En Casablanca, el 11 de mayo (otra vez un 11) de 2003 se produjo el atentado contra la Casa de España. Un atentado que alertó a la policía y a los Servicios Secretos españoles, pero que desgraciadamente no sirvió para evitar los sucesos del 11-M.

El ataque de Casablanca ya fue reivindicado por yihadistas que se movían en la órbita Al Qaeda. Pero es que además ya se había desarticulado en España una célula de la organización de Bin Laden y se conocieron varias amenazas contra nuestro país. Una de ellas, por ejemplo, de una organización terrorista iraquí denominada pomposamente  “Comité informativo para la solidaridad del pueblo iraquí”. Otra de…, en efecto, del propio Bin Laden. En ambas, por cierto, la justificación para las amenazas era la misma: España debía ser atacada por la presencia de sus tropas en Irak.

Forzar la ruptura de España con EEUU y Reino Unido
Pero es que además otra organización yihadista difundió un documento, dirigido a los muyahidín iraquíes en los que pedía que se realizaran ataques contra España y sus intereses para provocar la retirada de las tropas españolas y forzar la ruptura de la alianza que mantenía el Gobierno español con el Reino Unido con los EEUU en Irak.

En ese informe se recordaba como clave para forzar la salida de España la contestación en las calles a la participación española en la guerra de Irak, lo que, según los yihadistas, colocaba al Gobierno de Madrid en una situación de debilidad. Esto, además, ante la inminencia de la celebración de las elecciones generales.

Reivindicaciones inmediatas
Pero una vez producido el terrible atentado terrorista, las reivindicaciones yihadistas fueron inmediatas. No una, sino dos se produjeron en las siguientes horas. La primera la de una organización que en su propio nombre llevaba la firma de los autores: Ansar al Qaeda en Europa. Un grupo que en su reivindicación señalaba las razones para el ataque a los trenes; respuesta al apoyo que España prestaba a la Coalición liderada por Estados Unidos en Irak y Afganistán. Era una reivindicación en la que destacaba su aspecto formal, similar al utilizado por los grupos yihadistas en todos sus atentados anteriores.

Pero además llegó una segunda reivindicación de unas llamadas “Brigadas de Abu Hafs As Masri”. Una reivindicación dudosa, pero que se repitió en varias ocasiones en los meses siguientes.

El 11M puesto como ejemplo por los líderes de Al Qaeda
Pero la propia célula matriz de Al Qaeda, la que lideraba Bin Laden, ha utilizado desde el año 2004 en varias ocasiones Madrid como ejemplo de las actividades terroristas que debían seguir sus células. En esos comunicados, Osama Bin Laden, Ayman Al Zawahiri, su lugarteniente y ahora posible sucesor, Abu Musab Al Suri, Abu Musab Al Zarkawi y Karim Al Mayatti, todos, han asumido como propio y alabado el atentado de Madrid, y lo han colocado en el mismo nivel que los ataques del 11-S en Estados Unidos o el de Londres.

Es más, en las publicaciones escritas y en vídeo que los yihadistas han hecho públicas con motivo de aniversarios de sus atentados o de algún acontecimiento clave para ellos,   a menudo se han presentado los atentados de Madrid como una de sus “principales victorias” y de las grandes pruebas de que están venciendo en su lucha contra lo que ellos llaman “alianza cruzado-sionista”.

Antes estos hechos, persistir en la “conspiración” que busca en ETA o en la intervención de algún servicio secreto extranjero la razón para los atentados del 11-M parece difícilmente explicable. A no ser que se piense que eso puede dar réditos electorales.