Algo no funciona bien en el Congreso de los Diputados que preside el popular Jesús Posada, cuando su jefe de seguridad ordena a los policías de la puerta que retengan a un grupo de padres y madres de dependientes, representantes a su vez de la Plataforma de Castilla-La Mancha, quienes denuncian a ELPLURAL.COM el “trato denigrante y vejatorio” al que fueron sometidos el jueves su presidente,  José Luis Gómez-Ocaña, su portavoz por Toledo, Enrique Rivas y la portavoz por Guadalajara,  Aurelia Jiménez.

En calzoncillos, bragas y sujetador
El caso es que estas tres personas, invitadas al debate por el Grupo Socialista y que tres días antes se había acreditado en el Congreso de los Diputados, fueron interceptados en la puerta del Hemiciclo por el jefe de seguridad de la Cámara, quien ordenó a los policías que los cachearan. “No solo eso, nos obligaron a bajarnos los pantalones a nosotros y a Aurelia, incluso, la dejaron en bragas y sujetador”, reconoce a ELPLURAL.COM José Luis Gómez-Ocaña.


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Concentración de los dependientes en el centro de Toledo


Una camiseta naranja
El celo del citado jefe de seguridad llegó aun más lejos al obligar a estos representantes de los dependientes, “que asistíamos a la vergonzosa puntilla que el PP le ha dado al Estado del Bienestar”, dicen, cuando también les “invitaron” a quitarse unas camisetas, “que llevábamos debajo de nuestras ropas”, por el mero hecho de “ser de color naranja y llevar un logotipo que en nada alude a partidos políticos, ni a leyes, ni contiene consignas, ni textos, ni nada de nada”, añade el portavoz castellano-manchego.

Policías avergonzados
“Nos han tratado como si fuéramos etarras, como vulgares delincuentes, aunque, eso sí, los policías, obligados a llevar a cabo estas vejaciones, se disculparon hasta en cuatro ocasiones y reconocieron estar avergonzados por el trato que nos estaban dispensando”, señala Gómez-Ocaña, quien, además, agradece a los agentes sus disculpas y entiende su trabajo, aunque, naturalmente, no lo comparta.

Gómez-Ocaña, “enemigo público”
El caso es que el portavoz de la Plataforma de la Dependencia de Castilla-La Mancha se encuentra en el disparadero de los políticos del PP y, sobre todo, del consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, quien, incluso, le llegó a llamar “francotirador”. Animadversión que queda patente todos los días cuando José Luis Gómez-Ocaña registra en las dependencias de la Consejería la solicitud de una entrevista con el también titular de Bienestar Social. Un guarda jurado impide que este ciudadano se mueva con libertad por las instalaciones, acompañándole en todo momento. “Tratamiento que solo recibo yo; ningún otro ciudadano que visita la Consejería”, matiza.

20 escritos sin respuesta
Y como muestra… 20 escritos presentados sin respuesta. “Ahora entendemos el silencio cobarde de señor Echániz, y la negativa a ponerse frente a frente y cara a cara con los representantes del colectivo a los que va a enviar a la exclusión social”, concluye Gómez-Ocaña, “entendemos que el ‘valiente Echániz’ no haya respondido a ninguno de los 20 escritos presentados en el registro de su Consejería en la que se le solicitaba una reunión de urgencia”.