El consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, durante la rueda de prensa que ha ofrecido hoy. EFE



La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid adjudicó por error la gestión de tres hospitales Infanta Sofía, Infanta Sofía, Infanta Cristina y el Hospital del Tajo a las empresas que construyeron los edificios en vez del grupo empresarial puertorriqueño HIMA al que el gobierno del PP concedió la privatización de los hospitales. La Cadena SER ha informado que la Consejería ha admitido el error, y un portavoz explicó que en los papeles de adjudicación se puso el código de identificación fiscal de las constructores en vez del grupo puertorriqueño. Desde la Consejería se ha quitado hierro al asunto y se confirma que ya se está rectificando.

El error puede invalidar todo el proceso
Mientras la Consejería de Sanidad insiste en no dar importancia al "error", los partidos políticos de la oposición y las asociaciones de profesionales de la sanidad han puesto en conocimiento de sus abogados el tema porque creen que podría invalidar "definitivamente" el proceso de privatización. Es más, la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), la empresa adjudicataria de la privatización hizo trampas con el posible consentimiento del gobierno madrileño y dio el CIF de las constructoras (Sacyr, Acciona y Assignia) porque no cumplía con uno de los requisitos de la privatización, que era constituir una empresa que se encargase de la gestión de los centros sanitarios.

Tanto ridículo no es bueno para la salud
Este nuevo error de la Consejería de Sanidad ha llevado a los colectivos que se oponen a la privatización integrados en la Marea Blanca  a dirigirse al consejero, Javier Fernández-Lasquetty, con una frase ingeniosa que ha triunfado en las redes sociales: "no es bueno para su salud hacer tanto el ridículo".

Lo cierto que este no es el único error cometido por la Consejería en el proceso privatizados, interrumpido por segunda vez por orden judicial. Errores achacados a las prisas y urgencia con las que el PP madrileño quiere desmantelar la sanidad pública. Primero se supo que en la memoria económica presentada por el Gobierno madrileño se 'olvidaron' de incluir los 87 millones de la paga extra de los funcionarios. Después vino otra chapuza, la consejería se 'olvidó' de incluir el símbolo %, lo que cambiaba las condiciones del concurso de tal forma que solo se premiaba la oferta económica frente a otros requisitos y no se tenía en cuenta ningún factor médico. Seguidamente la Consejería se 'olvidó' de incluir los equipos de alta tecnología que hay en el Hospital del Tajo, pagados con dinero público, y que traspasaban sin más a la empresa privada. No solo se olvidaron equipos tecnológicos, sino también trabajadores. Finalmente, dentro de un proceso administrativo que abochorna y que deja la imagen de gestión del PP a la altura del betún, el Gobierno madrileño modificó las condiciones dos días antes de que finalizara el plazo para presentar ofertas, concretamente pasó de exigir una garantía económica del 5% del importe total del contrato a tan solo un 5% del importe correspondiente al primer año. Esto supuso una reducción de un 90% de la fianza que tenían que depositar porque, a 48 horas de la finalización del plazo, no se había presentado ninguna oferta.