Recibido entre gritos de “alcalde, alcalde”, Antonio Silván se mostraba visiblemente eufórico. “¿Qué pasa?”, preguntaba el  candidato del PP en León a los militantes que aguardaban en la sede popular tras la derrota electoral de los azules, una imagen anecdótica teniendo en cuenta que el PSOE se había impuesto en los comicios.

A pesar de ello, Silván se mostraba satisfecho: “El centro-derecha ha ganado las elecciones en León”, dijo el dirigente. En ese momento, la suma de las tres derechas era factible para sus intereses, pese a no ser la fuerza más votada. Todo cambiaría con el nuevo recuento y el baile de escaños a favor de la izquierda al detectarse fallos en el sistema de recuento.

Más allá de la celebración, los resultados y la gobernabilidad, merece la pena analizar a los allí reunidos. Silván se acompañó de dos de las personas más perseguidas por la Operación Enredadera: Juan Carlos Suárez-Quiñones (consejero de Fomento de Castilla y León) y Fernando Salguero (número dos de Silván).

-Vídeo realizado por leónoticias-

Conexiones con Enredadera

El candidato de León, Antonio Silván, presuntamente habría filtrado información privilegiada relacionada con mesas de contratación al empresario José Luis UIibarri, ahora en prisión por la Operación Enredadera y uno de los principales imputados en el caso Gürtel. Así se desprende de los pinchazos telefónicos que la Policía Nacional realizó al empresario Ulibarri en el marco de la macro operación contra la corrupción, en una llamada del propio Silván para avisar a Ulibarri de los avances en una mesa de contratación.

Quiñones, por su parte, fue el protagonista de aquel famoso “la Administración soy yo” para encargarle una carretera a su amigo Ulibarri. Un peso, el suyo, que solo había crecido a pasos agigantados desde que dejara su carrera como juez y se dedicara a la política.

El primer teniente de alcalde, Fernando Salguero, también aparece en las grabaciones policiales y no sale muy bien parado, según reveló ElPlural.com.