Diego Fonseca es uno de los columnistas de la edición en castellano del prestigioso diario estadounidense The New York Times. Con motivo del aniversario del 1-O, el articulista del rotativo neoyorquino ha cargado duramente contra el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

La moción de censura presentada por el PSOE de Pedro Sánchez y el exjefe del Ejecutivo hizo sus maletas y se marchó de Moncloa tras siete años en el cargo. “Cuando Rajoy se fue a su casa a vivir de las rentas…”, escribía Fonseca en su artículo titulado El independentismo catalán a un año del referéndum: ¿Dónde están las urnas?.

“Sánchez abrió una carpeta de ofertas tentadoras que acabó con las noches borrascosas del PP”, continuaba Diego Fonseca, describiendo la moción de Sánchez como “un blietzkrieg de relaciones públicas que descolocó al independentismo”.

Considera que “los catalanes se habían acostumbrado a ser los chicos buenos de la película por enarbolar el acto heroico de la autodeterminación pacífica ante el gobierno tosco del PP”. Critica que el Ejecutivo de Mariano Rajoy era “incapaz de ver una crisis aunque se le ponga delante”.

La situación en Cataluña no es mucho mejor y así lo acredita Fonseca en su artículo, señalando que “no está el alegre fervor de los catalanes que soñaban que serían independientes”, ni tampoco la “furia de la derecha española”. Tampoco está, según su visión, “el titubeo de la izquierda o el desconcierto de la Unión Europea”, sino que lo que prevalece es “una sensación de desgaste”.

Dardos a Puigdemont

El columnista asegura que “todo cuanto queda visible en el procés es el flequillo de Puigemont. Fonseca tira de ironía para referirse al expresident de la Generalitat, quien “maneja el Govern a control remoto”, pues Torra no es más que un “megáfono personal” y un “asistente” del propio Puigdemont.

Sostiene que lo único que está consiguiendo Carles Puigdemont es la construcción de “una parodia de sí mismo” y también del propio independentismo. Además, defiende que si el nacionalismo catalán quiere discutir su destino nacional “a través de una solución plebiscitaria”, debe librarse de la figura del expresident.