Tres exalumnos de un seminario de los maristas en Elche, Santa María del Mar, han acusado de abusos sexuales a su profesor Joaquín Bascuñana durante los años comprendidos entre 1970 y 1973, según ha informado el periódico El País. El entonces religioso abandonó su puesto a los 30 años para dedicarse a la política y se convirtió en una figura importante en el PP de Murcia durante los 90.

Un delito de este tipo se encontraría prescrito, aunque las tres presuntas víctimas han denunciado su caso en el seno de la misma organización religiosa donde convivieron, los maristas, quienes ya abrieron una investigación sobre ello en 2021, además de dirigirse a la comisión especial contra los abusos a menores del Defensor del Pueblo. Contactado por el mencionado diario, Bascuñana ha negado las acusaciones de los tres denunciantes y ha asegurado que es “completamente falso”.

El que fuera dirigente del PP y exreligioso ha ostentado cargos como senador designado por la Asamblea Regional de Murcia durante cuatro legislaturas, dos veces consejero y también delegado del Gobierno en la misma comunidad autónoma. Bascuñana desempeñó este último puesto entre 2011 y 2015, ya que dimitió después de su imputación en un caso de corrupción urbanística, Novo Carthago, del que está a la espera de juicio.

Denuncia de tres supuestas víctimas

Bascuñana estuvo dentro de la institución religiosa de los maristas desde los 16 a los 30 años y, en concreto, desarrolló su labor en el centro de Elche desde 1970 hasta 1977. Su último año como hermano marista fue en 1981 tras pasar un año en Jerusalén como doctorando y director del Instituto Bíblico Arqueológico Español y, aunque la organización católica no ha aclarado por qué la abandonó, él ha afirmado que lo hizo voluntariamente.

Las tres supuestas víctimas se han puesto en contacto con El País durante los últimos dos años para ofrecer testimonios que incluyen tocamientos y contactos genitales. Estas personas han entregado al periódico declaraciones juradas con vivencias en las que declaran que tenían 10 y 12 años cuando supuestamente ocurrieron.

Además, el primer caso que fue denunciado también incluyó acusaciones a la propia orden de los maristas por taparlo en aquel momento, ya que, según su versión, la orden religiosa no hizo nada e, incluso, llegaron a expulsarle del centro. “Lo que más me ha dolido de esta triste historia es que mis padres murieron pensando que me habían expulsado del seminario por ser mala persona y no ser apto para haber sido hermano marista. Nunca tuve el valor necesario para contarles mi pesadilla”, ha declarado la supuesta víctima.