En Bruselas, la propuesta del Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, de sancionar a dos ministros israelíes por incitación al odio contra el pueblo palestino, sigue encontrando obstáculos para lograr la unanimidad necesaria. A pesar de que la iniciativa se discute en los grupos de trabajo del Consejo de la UE, con participación de todos los Estados miembros, las fuentes diplomáticas indican que aún no se ha realizado una discusión detallada sobre las sanciones, que parecen generar poco entusiasmo entre los países.

La propuesta de Borrell incluye imponer restricciones a Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas de Israel, y a Itamar Ben Gvir, titular de Seguridad Nacional, ambos considerados figuras controvertidas dentro del gobierno israelí. Además, se contempla sancionar a una organización que promueve la expansión de los asentamientos en Cisjordania. Según Borrell, estos ministros han apoyado la política de expansión de asentamientos ilegales en la región y han incitado al odio con sus declaraciones públicas.

En las primeras discusiones sobre la posibilidad de sancionar a Ben Gvir y Smotrich, ha quedado claro que no existe un respaldo unánime a la iniciativa del Servicio de Acción Exterior. Algunos países mantienen una postura firme contra la adopción de estas medidas. Durante la primera reunión para tratar las posibles sanciones, la mayoría de los Estados miembros no expresaron claramente su posición, y un grupo reducido se mostró abiertamente en contra.

Irlanda, la única que apoya la propuesta de Borrell

La situación es especialmente delicada y genera incomodidad dentro de la Unión Europea, dada las posibles repercusiones que las sanciones podrían tener sobre las relaciones diplomáticas con Israel. A finales de agosto, Borrell insistió en avanzar en los aspectos técnicos para implementar las sanciones, subrayando que la UE no debería tener "tabús" y debería utilizar sus herramientas para castigar a aquellos que incitan al odio.

Hasta el momento, solo Irlanda ha mostrado un apoyo firme a la propuesta de Borrell. Otros países del bloque han preferido centrarse en solicitar sanciones contra colonos violentos implicados en ataques a civiles en Cisjordania. España, por su parte, ha abogado por tomar medidas contra aquellos que intentan "dinamitar la solución de dos Estados", "perpetuar el conflicto" y "extender la violencia", aunque no ha mencionado explícitamente a los dos ministros israelíes señalados por Borrell.

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