Los ministros de Energía de la Unión Europea se enfrentan este viernes a uno de los cara a cara más tensos de los últimos años. Todos los países miembros tienen previsto mantener un Consejo extraordinario marcado por el necesario debate sobre las medidas que Bruselas ha puesto sobre la mesa para hacer frente a la crisis de derivada de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Un plan de ahorro energético que parece liderar España después de que las instituciones europeas hayan anunciado las iniciativas que van a plantear a las naciones, muchas de ellas ejecutadas ya por el Gobierno de Pedro Sánchez, que se ha colocado como referente estratégico en materia de energía debido a su celeridad y anticipación en la toma de decisiones.

Si el Consejo de la UE mandó la pasada semana una circular a los gobiernos europeos en los que recoge una serie de iniciativas posibles para hacer frente a la falta de electricidad o gas que previsiblemente se producirá en el último trimestre del año tras el órdago de Rusia, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha confirmado este miércoles cuáles serán las cinco propuestas que finalmente planteará a los titulares de Energía en lo que parece suponer una reconsideración del mercado eléctrico europeo.

"Estamos ante una situación extraordinaria, porque Rusia es un proveedor poco fiable y está manipulando nuestros mercados energéticos", ha afirmado la dirigente, quien ha reconocido que "la manipulación de los mercados del gas tiene un efecto indirecto en el mercado de la electricidad", por lo que Europa podría enfrentarse a altos precios de la electricidad así como a "una enorme volatilidad del mercado".

Ante esto, la dirigente comunitaria ha informado de que Bruselas contempla proponer a los Estados miembros que se ponga un límite a los beneficios que están ingresando las empresas energéticas para destinarlo a ayudar a familias y empresas a reducir su consumo energético así como otros planteamientos. Todo para atajar cuanto antes la complicada coyuntura que se espera sufra toda Europa de cara al otoño e invierno.

Cinco medidas propuestas por Europa

Así, la Comisión Europea ha defendido la necesidad de seguir ahondando en atajar la crisis de energía de forma comunitaria y va a proponer este viernes a los Veintisiete "un conjunto de medidas inmediatas para proteger a los consumidores y empresas vulnerables". Se trata de cinco puntos que siguen la línea del planteamiento manifestado por el Consejo de la UE, en manos actualmente del Gobierno de la República Checa por rotación.

Así, la presidenta del Ejecutivo europeo ha hablado de topar los ingresos de las energéticas, fijar un máximo de demanda de electricidad en horas punta, limitar las "ganancias inesperadas", impulsar la liquidez de las empresas energéticas así como poner un límite al precio del gas que la UE continúa comprando a Rusia al mismo tiempo que reducir su consumo.

Ahorro de energía

En primer lugar, Von der Leyen ha defendido un "ahorro inteligente de electricidad" que pasa por reducir los precios. "El suministro mundial de energía es escaso, lo que exige una reducción inteligente de la demanda. Necesitamos una estrategia para aplanar los picos que impulsan el precio de la electricidad", ha afirmado para anunciar que propondrán "un objetivo obligatorio para reducir el uso de electricidad en las horas punta".

Tope a los beneficios

También plantearán "un tope a los ingresos de las empresas que producen electricidad a bajo coste", como las renovables. "Las fuentes de energía bajas en carbono están generando ingresos inesperados, que no reflejan sus costes de producción. Ha llegado el momento de que los consumidores se beneficien de los bajos costes de las fuentes de energía bajas en carbono, como las energías renovables. Por lo tanto, propondremos reencauzar estos beneficios inesperados para ayudar a las personas y empresas vulnerables", ha anunciado.

Unos topes a los beneficios que también irán destinados para las gasísticas y los generadores de energía que utilizan combustibles fósiles. "Las compañías de petróleo y gas también han obtenido ganancias masivas. Por lo tanto, propondremos una contribución solidaria para las empresas de combustibles fósiles. Porque todas las fuentes de energía deben ayudar a hacer frente a esta crisis. Y los Estados miembros deberían invertir estos ingresos para apoyar a los hogares vulnerables e invertir en fuentes de energía limpias", ha insistido.

Ayudar a empresas y familias

Entre otras propuestas se encuentra el apoyo que -dice- "deben recibir las empresas comercializadoras de energía para hacer frente a la volatilidad de los mercados". A su juicio, estas están sometidas a tener que proporcionar "cantidades inesperadamente grandes de fondos, lo que amenaza su capacidad para negociar y la estabilidad de los mercados futuros". Por eso, la Comisión ha anunciado que ayudará a "impulsar el apoyo a la liquidez por parte de los Estados miembros para las empresas energéticas", y lo hará con una actualización del "marco temporal para permitir que las garantías estatales se entreguen rápidamente"

Pagar y consumir menos gas ruso

Por último, Von der Leyen ha recuperado la defensa que desde el principio de la invasión de Ucrania se lleva haciendo desde las instituciones comunitarias así como desde los países miembros: limitar la demanda de gas ruso y pagar menos por él. "El objetivo aquí es muy claro. Debemos recortar los ingresos de Rusia, que Putin utiliza para financiar esta guerra atroz. Al comienzo de la guerra, el gas de tubería de Rusia representaba el 40% de todo el gas importado. Hoy se ha reducido a solo el 9% de nuestras importaciones de gas", ha afirmado.

Así, Bruselas planea que los 27 adopten por unanimidad y "por fuerza mayor" contra la ofensiva de Rusia estas medidas, en una estrategia que sería parecida al "modelo de sanciones" en el caso del límite del precio del gas. Con todo, también se ha abierto a que este tope solo lo apliquen aquellos países que sean más dependientes de la energía rusa, entre quienes se crearía una plataforma regional para negociar en bloque con Putin.