Reino Unido ofrecerá una tercera dosis de refuerzo contra la Covid-19 a sus ciudadanos mayores de 50 años, al igual que a sus  profesionales sanitarios y a los trabajadores en residencias de ancianos. Así lo ha anunciado el primer ministro británico, Boris Johnson, este martes.

El Gobierno conservador ha adoptado esta medida tras considerar las recomendaciones de los expertos en salud, quienes han indicado que la inyección de Pfizer/BionNTech es la mejor opción para este programa. Además, han anticipado que este nuevo paso es "seguro" a la par que se continúa con la vacunación contra la gripe, la cual se ofrece al mismo grupo de edad y mayor todos los inviernos.

El Ejecutivo británico también ha informado de que las personas vulnerables y todas aquellas personas de entre 16 y 65 años que se consideren de alto riesgo en el caso de contraer el virus (como las personas inmunodeprimidas, las cuales ya están recibiendo esta inyección en España) también podrán recibir esta dosis de refuerzo, acorde a las directrices marcadas por el Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización del Reino Unido (JCVI, por sus siglas en inglés).

La razón por la que los expertos se han decantado por Pfizer para esta nueva operación de inmunización es porque sus dosis son muy bien toleradas por los ciudadanos y responden favorablemente; además, será apta para administrarla a aquellas personas que previamente hayan recibido AstraZeneca. Los británicos que se pondrán esta vacuna deberán hacerlo al menos seis meses después de haber recibido la segunda.

Por su parte, Boris Johnson ha destacado por medio de sus redes sociales varios puntos a tener en cuenta para derrotar a la pandemia en su país con un claro mensaje: "La pandemia está lejos de terminar, pero gracias a nuestro fenomenal programa de vacunas, nuevos tratamientos y pruebas, podemos vivir con el virus sin restricciones significativas en nuestras libertades. Nuestro plan de otoño e invierno establece cómo gestionaremos Covid-19", comenzaba enumerando que las vacunas son "su primera línea de defensa" o que continuarán investigando cómo detectar los casos positivos asintomáticos, entre otras medidas puestas en marcha.

Para concluir, el primer ministro británico ha lanzado un último alegato de esperanza: "Covid-19 todavía está ahí fuera. La enfermedad sigue siendo un riesgo. Pero estoy seguro de que podemos seguir adelante con nuestro plan y proteger los logros que hemos logrado juntos. Animo a cualquiera que aún no tenga una vacuna a que lo haga", zanjaba.