El gobierno ruso está abierto a “cualquier formato” de reunión tras la sugerencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de participar en una reunión cara a cara con su homólogo ruso, Vladimir Putin, y el ucraniano, Volodímir Zelenski. Esto sería la primera reunión presencial entre el dirigente ruso y el ucraniano desde 2019, a pesar de los intentos en los últimos meses de llevar a cabo este tipo de encuentro.
"No renunciamos a ninguna forma de trabajo, ni bilateral ni trilateral, el presidente lo ha dicho en varias ocasiones", ha explicado el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, en declaraciones a la televisión. No obstante, ha advertido de que "lo principal" es que cualquier futura cita se planifique al detalle y no se organice solo por un "beneficio propagandístico" inmediato en medios de comunicación o redes sociales. "Cualquier contacto que involucre a los primeros líderes debe prepararse con el máximo cuidado", ha añadido, evadiendo una confirmación definitiva de una reunión trilateral.
Además, ha reiterado que Trump tiene una invitación abierta a Moscú: “En la rueda de prensa en Alaska, el presidente Putin confirmó la invitación y Donald Trump, si mal no recuerdo, dijo que era muy interesante”. Esta mención hace referencia al cierre del encuentro ante los medios de ambos dirigentes, en el que Putin comentó que la próxima reunión debería ser “en Moscú”, un acto inusual dado que el mandatario ruso rara vez habla en inglés.
Esto se produce tras una llamada telefónica entre el dirigente ruso y el estadounidense tras su reunión con Zelenski y siete representantes europeos: “Llamé al presidente Putin y estamos intentando afianzar los detalles para una reunión con el presidente Zelenski y veremos lo que pasa allí y veremos si funciona. Si funciona, entonces iré a la [reunión] trilateral y lo cerraré”. En una entrevista este martes con Fox News, Trump remarcó que “más o menos” ha establecido esta reunión y que tanto Zelenski como Putin “se están llevando mejor de lo que pensaba”, aunque no sería la primera vez que el mandatario de Moscú accede a una reunión presencial con Kiev, pero da la marcha atrás en el último momento.
El dirigente de la Casa Blanca también ha señalado que la motivación por la que no llamó a Putin durante la reunión con los países europeos, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Mark Rutte, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, es por una cuestión de “respeto”. “No lo hice [la llamada] delante de ellos porque consideré que sería una falta de respeto hacia el presidente Putin, no haría eso, porque no han tenido la relación más cálida y, en verdad, el presidente Putin no hablaría con gente de Europa. Es decir, eso fue parte del problema”, explicó Trump en Fox News.
La “coalición de los dispuestos”, compuesta por países miembros de la Unión Europea a favor de la paz en Ucrania han convocado una reunión este martes para discutir los resultados de la reunión del lunes que no ha obtenido ninguna resolución significativa. La OTAN, por su parte, se reunirá este miércoles para hablar de garantías de seguridad.
Garantías de seguridad
Uno de los mayores puntos de contención entre el dirigente ucraniano y su homólogo estadounidense ha sido la cuestión de las garantías de seguridad. El discurso de Trump ha cambiado en los últimos meses: empezó negando la participación de Washington en cualquier forma de seguridad en Ucrania a largo plazo, pero empezó a exportar armas a Ucrania a mediados del mes pasado como forma de represalia por la aparente resistencia de Moscú frente a sus deseos.
Sin embargo, uno de los principales temas de negociación de la reunión de este lunes fueron estas mismas garantías. Mientras Europa ha asegurado reiteradamente su apoyo a Ucrania en el ámbito militar y económico para mantener la paz cuando se alcance a un acuerdo, Washington a veces se ha negado o ha evitado comprometerse.
Aun así, Trump señaló tras su reunión con los dirigentes europeos y Kiev que Estados Unidos estaría dispuesto a involucrarse en la seguridad de Ucrania, pero no ha dado detalles. Paralelamente, el comunicado de Zelenski sobre la reunión incluye menciones reiteradas a “garantías de seguridad”, señalando que “ya se está trabajando sobre los contenidos concretos de garantías de seguridad”.
A pesar de afirmar que se habló de “garantías de seguridad para Ucrania, las cuales serán provistos por varios países europeos, pero con la coordinación de los Estados Unidos de América” en la reunión bilateral, la Casa Blanca ha confirmado que el presidente ha sido “enfático” al asegurar que no se mandarían tropas a Ucrania -Trump prometió durante su campaña que reduciría la presencia de tropas estadounidenses en países externos-. Trump ha reincidido en que Europa “es la primera línea de defensa”, por lo que se compromete con “echarles una mano”, pero esto no tiene por qué involucrar el envío de tropas.