Italia reabre el debate sobre cuál es la vía más óptima para doblegar la segunda ola de coronavirus en la que ya toda Europa se ve inmersa. Muchos presidentes regionales del país piden al primer ministro, Giuseppe Conte, un confinamiento domiciliario únicamente para las personas mayores de 70 años. Una medida que, de seguirse en España supondría dejar en casa a 6,6 millones de personas.

Esta opción ya estuvo sobre la mesa en abril (aunque en ese caso se pedía el confinamiento los mayores de 60 años) y fue rechazada.  Por aquel entonces más de un centenar de escritores, filósofos, historiadores y poetas se posicionaron en contra de esta medida considerando que restringía la libertad personal de las personas longevas.

Sin embargo, Conte no se ha pronunciado aún sobre esta posibilidad. El pasado lunes el primer ministro se refirió a las nuevas medidas adoptadas por el país y se limitó a elogiar a la labor de los más mayores, pero evitó hablar sobre la posibilidad que desde Piamonte, Lombardía y Liguria, entre otras localidades, le piden.

"Entre los grupos más vulnerables, el gobierno también considera a los ancianos, son nuestros seres queridos, nuestros padres, nuestros abuelos quienes han permitido que nuestro país experimente el milagro económico", señalaba en rueda de prensa.

Una ciudad alemana opta por la estrategia sueca

Por su parte, la ciudad alemana de Tübingen ha optado por seguir la estrategia sueca, que intercambia medidas generales con una protección más concreta de los grupos de riesgo, entre ellos las personas mayores.

Su alcalde, Boris Palmer, resalta que están siguiendo las recomendaciones de los expertos. Entre las medidas que contempla la localidad destacan poner a disposición de los ancianos taxis para evitar que utilicen el transporte público, que de 9:30 a 11:00 solamente los mayores podrán entrar a los comercios y el reparto gratuito de mascarillas FFP2 a los mayores de 65 años.