El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, se ha manifestado a favor de recuperar la pena de muerte para los delitos más graves, una opción en la que él mismo ha reconocido que discrepa con la Iglesia católica y que le alejaría de la doctina común europea.

La Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea establece en su artículo 2 que "nadie podrá ser condenado a la pena de muerte ni ejecutado", pero Morawiecki se ha mostrado partidario de reabrir el debate en Polonia y ha advertido de que el mundo puede estar avanzando de forma apresurada en su erradicación.

Así, cree que la pena de muerte "debería permitirse" para los delitos más graves, algo que ha expuesto durante un encuentro ciudadanos emitido a través de Facebook, según el periódico 'Gazeta Wyborcza'.

La última ejecución efectuada en Polonia tuvo lugar en 1988, para un caso de asesinato, y al año siguiente entró en vigor una moratoria que puso fin 'de facto' a la pena capital. La reforma legal definitiva llegó en 1997, cuando este tipo de castigo quedó abolido del Código Penal.

Polonia dice estar preparada para recibir patrimonio cultural ucraniano

Por otra parte, este lunes las autoridades polacas señalaban que han dispuesto almacenes en museos y bibliotecas para recibir patrimonio cultural ucraniano y preservarlo durante la guerra en plena invasión rusa del territorio. "Hemos preparado almacenes y ya están preparados para recibir colecciones si los ucranianos deciden sacarlas del país", indicaba el viceministro de Cultura y Patrimonio de Polonia, Yaroslav Sellin.

Así, afirmaba que por ahora las autoridades ucranianas han preferido transferir estos bienes a otras zonas dentro del país. "No obstante, sabemos que ya no quedan muchos lugares seguros en Ucrania a medida que los ataques rusos afectan a todo el país", subrayaba, según informaciones de la agencia de noticias Ukrinform.

En este sentido, aclaraba que las pinturas del artista Jacek Malczewski han sido retirados de la Galería de Arte de Leópolis y ahora se encuentran en suelo polaco para ser expuestas en el Museo Nacional de Poznan.

Desde el inicio de la guerra a finales de febrero de 2022, Polonia ha prestado ayuda a Kiev para preservar bienes de interés cultural, especialmente en un intento de proteger monumentos y reconstruir fachadas, iglesias y museos afectados por los bombardeos.

"También ayudamos a los ucranianos a hacer un inventario de los bienes destruidos. Hay muchos objetos sagrados que han sido destruidos y queremos ayudarles en el proceso de reconstrucción cuando la guerra termine", aseveraba.