Los vecinos de los alrededores de la localidad de Andamooka, en el Estado del Sur de Australia, fueron los primeros en arremangarse y buscar ópalos en las calles de la ciudad. Acto seguido, hicieron lo propio algunos turistas que se encontraban en la localidad, quienes no tardaron en aprovechar la oportunidad.

Leila Day, directora de la organización de Turismo, matizaba, en una extensa entrevista con ElPlural.com que las riadas de agua dejaron al descubierto las piedras preciosas.

La directora añadió que a raíz de las lluvias torrenciales de hace dos semanas aparecieron ópalos embadurnados con escombro. Por otro lado, explicaba a este periódico que, de alguna manera, los ópalos representan "la inocencia, la esperanza, y pureza de los humanos". “Las piedras preciosas que encontramos en tiempos de aguaceros y lluvias torrenciales simbolizan el caos y emociones mixtas que los humanos sentimos a lo largo de nuestras vidas", argumentaba.

En otro orden de cosas, destacaba la suerte que ella mismo tuvo al encontrar una "dama pintada de colores" provenientes de rocas sedimentarias.

Los ópalos se han convertido en una oferta turística de primer orden

La directora de la oficina de turismo también ha hecho hincapié a este periódico sobre la gran atracción turística que representan las piedras preciosas de Andamooka. Según comentaba al medio, los visitantes después de las lluvias salían para rebuscar ópalos en las calles.

Leila, también exponía a Elplural.com que en 2022 una turista se resbaló en una cuesta abajo echando un vistazo por la zona y aterrizó en medio de un montón de escombros donde relucía un ópalo de colores brillantes que valía nada menos que 5.000 dólares.

En este contexto, a preguntas sobre tasas o impuestos y teniendo en cuenta que en un principio la Administración fiscaliza tesoros o piedras preciosas que se encuentran en la tierra, Leila remarcaba a este medio que ella no tuvo que pagar nada porque quería guardar la piedra como recuerdo. Pero en el caso de la persona que tuvo la suerte de encontrar un ópalo con un valor de 5000 dólares, esta sí estaba obligada a pagar, salvo que quisiera hacerse unos pendientes u otro abalorio con la piedra.

En tiempos de lluvia, los buscadores de ópalos no se irán con las manos vacías

Conan Fahey, propietario y operador del Observatorio de Andamooka, dijo que los tiempos de lluvias torrenciales de hace dos semanas sirvieron para hacer una limpieza de los escombros y la suciedad de calles y carreteras dejando al descubierto los ópalos.

En explicaciones a los medios contó que después de las tormentas llegó la calma, con días de pleno sol y temperaturas de hasta 40 grados. Con ello, reseña que "según iba caminando, encontró pequeños trozos fragmentados que brillaban a la vista".

A continuación remarcaba: "Yo mismo encontré un pedazo que solemos llamar rainbow matrix, un ópalo australiano de colores brillantes rojo y azul. Asimismo, subrayaba que el coste de la pieza podría rondar entre los 500 o 600 dólares. Entrando en detalles, el operador del Observatorio de la zona destacaba que los turistas que vengan siempre encontrarán algo en esta ciudad, aunque "tampoco está demostrado científicamente que vayan a ser piedras preciosas".

Andamooka

En su afán de buscar tierras de cultivo y tesoros, los ingleses llegaron al Andamooka en el año 1868, un lugar tradicionalmente  ocupado por los nativos de Kuyamani, y fueron ellos mismos quienes  bautizaron al pueblo con este nombre.

Pero para descubrir los ópalos hubo que esperar hasta el año 1930, cuando un patrulla de jinetes lo hizo a las órdenes de Bruce Foulis, quien en aquellos años era el jefe de la estación de Andamooka. En el pueblo habitan en la actualidad casi 300 habitantes y se encuentra situado a 600 kilómetros de Adelaida, en la demarcación Estatal del Sur de Australia.

La historia de los ópalos se remonta milenios atrás

En el siglo XIX, Australia dominaba a sus anchas el mercado, sin apenas competencia de otros lugares europeos o asiáticos. El 90% ciento estaba controlado por el país, pero incluso en el siglo XX y a medida que el mercado fue avanzando hasta el día de hoy, el territorio sigue siendo el principal productor de ópalos en el mundo.

Echando la vista atrás, hay quienes sitúan el origen de los ópalos 4.000 años, cuando los griegos  creían que las piedras preciosas eran una forma de ostentación y empoderamiento.

 Por otro lado, las investigaciones del famoso antropólogo australiano Louis Leakey sostienen que, seguramente, el descubrimiento del ópalo fue en las cuevas de Kenya, y a medida que fue avanzando la industria de la minería aparecieron otras piedras preciosas como el diamante, la esmeralda, el rubí, y el zafiro.