El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se ha opuesto este miércoles a la más reciente oferta de Hamás, que abogaba por un alto el fuego para garantizar la devolución de los rehenes que siguen en el enclave palestino. Netanyahu ha asegurado que aceptar estas peticiones implicaría "dirigirse a otra masacre".

"La victoria total sobre Gaza está al alcance de la mano y es cuestión de meses", ha aseverado el primer ministro israelí, además de reafirmarse en su promesa de destruir el movimiento islamista y de aseverar que Israel no tiene otra alternativa que no sea esa. "El día después es el día después de Hamás. De todo Hamás", ha señalado en rueda de prensa.

Hamás había propuesto un alto el fuego en Gaza para los próximos cuatro meses y medio, periodo en el que todos los rehenes serían liberados con la condición de que Israel retirase todas sus tropas de la Franja y se alcanzase un acuerdo para zanjar definitivamente la guerra. Una oferta que surge en respuesta a otra propuesta anterior que fue elaborada por los jefes de espionaje estadounidenses e israelíes, pero que ha sido desestimada por Netanyahu.

Por su parte, el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, discutió esta oferta con Netanyahu tras llegar a Israel después de mantener conversaciones con dirigentes cataríes y egipcios, naciones que han ejercido labores de mediación. Blinken también se reunió con el presidente palestino Mahmoud Abbas en Ramallah. Todos estos contactos y reuniones no han podido evitar que las demandas de Hamás caigan en saco roto.

Netanyahu pide mayor presión militar

Lejos de aceptar las demandas del movimiento islámico, que contemplaban entre otras cosas la retirada de las tropas israelíes, lo que ha solicitado el primer ministro israelí ha sido una mayor "presión militar" sobre Hamás, ya que, a su juicio, "acercará el objetivo de lograr que la milicia palestina libere a todos los rehenes cautivos", a pesar de que el acuerdo que pedía el grupo islámico contemplaba directamente esta posibilidad a cambio de la retirada de los efectivos sionistas.

Netanyahu ha incidido en que la misión principal de la campaña militar israelí en la Franja de Gaza es lograr una "victoria aplastante" sobre Hamás, y ha destacado que el Ejército de Israel está "en el camino" para conseguirlo. En este punto, el mandatario israelí ha insistido en que "ceder a las exigencias de Hamás sería un desastre para el país". El pasado mes de noviembre, Hamás e Israel ya llegaron a un acuerdo para la liberación de rehenes a cambio de presos palestinos, pero ahora parece que las negociaciones se han atascado.

"Estamos en el camino de la victoria total. La victoria está a nuestro alcance. Continuaremos hasta el final, no hay otra alternativa que la victoria total", ha manifestado el jefe de Gobierno israelí. Netanyahu también ha sacado pecho de lo que ha calificado como "una operación sin precedentes" y del duro golpe que Israel ha asestado a la milicia palestina, que habría perdido a unos 10.000 milicianos, según ha destacado el ente sionista en anteriores ocasiones.

El dictamen de la CIJ no hace cesar las hostilidades

Por otra parte, cabe recordar que la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el más alto tribunal de Naciones Unidas, estableció una serie de medidas para Israel después de que Sudáfrica presentara una denuncia por posibles delitos de genocidio contra el pueblo palestino. El tribunal impuso a las autoridades israelíes que tomaran "todas las medidas posibles" para salvaguardar a la población palestina en la Franja de Gaza y garantizar con carácter de "urgencia" la asistencia necesaria. Sin embargo, no se dio la orden de llevar a cabo un alto el fuego, por lo que los ataques sobre la Franja de Gaza han continuado y los muertos se han seguido acumulando en los días posteriores al dictamen. Tal y como aseguraba Raquel Martí, directora de la UNRWA en España, en declaraciones a este medio de comunicación: "Desde que salió el dictamen de la Corte Internacional, el número de muertos y heridos y palestinos diarios no ha dejado de aumentar. No ha cambiado absolutamente nada. Se ha seguido bombardeando, se ha seguido destruyendo la infraestructura civil y ha seguido matando e hiriendo a la población a pesar del dictamen de la Corte Internacional de Justicia".

A su vez, Netanyahu continúa recurriendo a la misma retórica de la destrucción completa de Gaza a pesar de las reclamaciones del derecho internacional, poniendo la "victoria total" como única solución posible y desoyendo cualquier petición de alto el fuego. A 7 de febrero de 2024, exactamente cuatro meses después del comienzo de esta nueva fase del conflicto, el número de palestinos que ha perdido la vida bajo los bombardeos, el hambre y la insalubridad asciende ya a más de 26.500, los heridos superan la barrera de los 55.000 y los desplazados se cuentan en más de 2 millones, un 85% de la población de Gaza.