Más de cien días de guerra, cuatro meses desde el comienzo del horror dinamitado por Vladimir Putin. En Ucrania, lamentablemente, aún no se ve la luz al final del túnel. El mandatario ruso estimó que su “operación especial” para “desnazificar” Ucrania se daría en 15 días, pero, nada más lejos, los combates entre ambos bandos continúan recrudeciéndose en distintos puntos del país, especialmente en el este.

No obstante, gracias a la proyección internacional que ha protagonizado el presidente Volodímir Zelenski desde el comienzo de la ofensiva el 24 de febrero y el afán de resistencia y esperanza que ha ido defendiendo sin decaer, caben destacar dos hechos clave en materia geopolítica que han forzado a Rusia ser más cauta en sus decisiones: el papel de la Unión Europea y la OTAN.

Hitos geopolíticos

En primer lugar, una de las noticias más recientes pero que supone un gran avance para Ucrania: su estatus de candidato, junto a Moldavia, a ingresar en la UE. Los líderes europeos tildaron este jueves de “momentos histórico y decisivo” este paso hacia delante. “Es un momento histórico. El día de hoy marca un paso crucial en su camino hacia la Unión Europea”, celebró Charles Michel, presidente del Consejo Europeo desde Bruselas.

Esta decisión se produce después de meses de peticiones desde Kiev por desvincularse aún más de sus relaciones con Rusia. Tanto han sido los lazos que ha forjado con sus homólogos durante la guerra que estos se han desplazado a plena tierra hostil para confirmar dicha unión y en aras de reforzar su compromiso con el pueblo ucraniano.

"Podéis contar con nosotros. Expresamos el fraternal abrazo de los pueblos de Europa a un pueblo libre y soberano cuyo heroísmo suscita admiración y respeto ante la agresión armada rusa. (...) Seguiremos a vuestro lado para defender vuestra soberanía e integridad territorial”, aseveró el presidente francés, Emmanuel Macron, en su visita a la capital ucraniana junto a los mandatarios italiano, alemán y rumano.

Zelenski celebró la noticia a golpe de tuit, estrategia con la que ha conseguido consolidar su figura política: “El futuro de Ucrania está dentro de la UE”. Asimismo, tal y como recogen medios ucranianos, el mandatario promete que la bandera de la unión hondeará “en cada ciudad ucraniana que se libere de la ocupación rusa”.

 

Por otro lado, y con motivo de la creciente amenaza rusa, Finlandia y Suecia, que durante décadas se mantuvieron neutrales, solicitaron en mayo su adhesión formal a la OTAN. No obstante, Turquía bloqueo este proceso de admisión por alegar vínculos de los países nórdicos con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y, tras la primera reunión diplomática, aún no se han dado avances.

La cumbre de la OTAN en Madrid, que se celebrará entre el 28 y 30 de este mes, podría ser el punto decisivo en el que se les conceda a ambos países la entrada en la Alianza Atlántica: “Confío en que Suecia y Finlandia acabarán convirtiéndose en miembros”, manifestó recientemente el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg.

Respecto a esta cita de trascendencia global, la OTAN mostró su deseo de recibir personalmente a Zelenski en la inauguración, aunque se espera que, por las circunstancias de la guerra, realice su intervención a través de videollamada.

Desastre humanitario

El escenario bélico, que recuerda a los tiempos oscuros de Europa durante las dos Guerras Mundiales, está dejando un catastrófico cuadro humano con cerca de 5 millones de refugiados y más de siete millones de desplazados dentro del territorio ucranianos, según datos del Alto Comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR). Así, las autoridades han contabilizado 4.662 muertes de civiles y 324 de niños, aunque la cifra real puede ser aún mayor.

Recrudecimiento de los combates

Dado que Putin no ha conseguido alcanzar sus objetivos militares en la Ucrania profunda, sus tropas han retrocedido hasta el este y la costa del Mar Negro, donde se están recrudeciendo considerablemente los ataques, e incluso ganan el control de algunas ciudades, como la reducida a cenizas Mariúpol.

El mandatario ruso ya apuntó que el fin de su “operación especial” era hacerse con el control de las repúblicas independentistas del Donbás. La pérdida más reciente para Ucrania se ha dado este mismo viernes en la localidad de Severodonetsk (Lugansk), de donde han tenido que retirarse ante la imposibilidad de resistencia.

"La infraestructura crítica ha sido destruida, el 90% de la ciudad ha sufrido daños. El 80% de los edificios residenciales tendrán que ser demolidos, dado que no pueden ser restaurados", ha lamentado el jefe de la Administración Regional de la zona, Serhiy Haidai, según ha recogido la agencia de noticias Ukrinform.

Por el momento, queda esperar cómo avanzan los combates en las distintas zonas ucranianas que aún se baten por la libertad y la opresión rusa. Tal y como han prometido los líderes del Veintisiete y Estados Unidos, Kiev seguirá recibiendo apoyo armamentístico para resistir y, mientras, Moscú seguirá recibiendo más sanciones económicas mientras toma el pulso a Europa con el corte de gas y petróleo, una medida que ya se ha hecho notar en Alemania o Polonia.