El candidato demócrata a la alcadía de Nueva York, Zohran Mamdani, ha roto los esquemas en las elecciones a la alcaldía de la ciudad y no solo ha obtenido más votos que Curtis Sliwa, el republicano respaldado por Donald Trump, sino que por primera vez en su historia el bastón de mando de la ciudad que nunca duerme lo tendrá un musulmán. Un hito que se da en un momento en el que Estados Unidos atraviesa una de sus situaciones más tensas en sus relaciones con los inmigrantes, ante la agresiva política que está desplegando el presidente del país en esta materia.
Mamdani se ha impuesto en los comicios electorales de una de las principales ciudades del mundo tanto a Sliwa como Andrew Cuomo, un exdemocráta que había presentado una candidatura independiente. En el momento en el que se rozaba el 100% del escrutinio después de que dos millones de neoyorquinos acudieran a las urnas, Mamdani ya contaba con un 50,4% de apoyo de la ciudadanía, dándole la victoria al haber obtenido Sliwa el 41,6% y Cuomo el 7%.
Sin mostrar temor a Donald Trump y sus conflictivas acciones contra los inmigrantes residentes en Estados Unidos, Mamdani ha celebrado encontrar el apoyo de los vecinos de la ciudad más poblada de Estados Unidos y subrayaba su perfil como líder "joven, musulmán, socialista democrático". No solo eso, sino que en su discurso como alcalde electo aseguraba que se negaba a disculparse por su raza y celebraba que en los últimos meses de campaña aquellos que cuentan con manos que hallan "dedos magullados de levantar cajas en el almacén, palmas callosas por el manillar de las bicicletas de reparto y nudillos con cicatrices de quemaduras en la cocina" hayan podido "atreverse a aspirar" a la alcaldía de esta metropoli. Es más, lejos de achantarse ante Trump, Mamdani reivindicaba el papel de aquellos que habían llegado a EE.UU para labrarse un futuro mejor
Gobernaremos una ciudad de inmigrantes, una ciudad construida por inmigrantes, impulsada por inmigrantes y, a partir de esta noche, liderada por un inmigrante
De esta manera, Mamdani entendía su triunfo como la aspiración ciudadana para dar lugar a un cambio y que se impulse un "mandato para una nueva política, un mandato para una ciudad que podamos costear y un mandato para un gobierno que lo haga realidad", destacaba en una comparecencia de algo menos de media hora en la que ha recordado a aquellos a quienes la política neoyorquina "suele olvidar, pero que hicieron suyo este movimiento".
A este respecto, Mamdani ha reiterado su voluntad de abordar la "crisis" del coste de vida, congelar los alquileres para "más de dos millones" de inquilinos y brindar "cuidado infantil universal" en toda la ciudad. Además, ha prometido contratar "miles de maestros más" y reducir "el despilfarro de una burocracia excesiva", así como colaborar con la Policía para reducir la delincuencia y crear un "departamento de seguridad comunitaria que aborde de frente" la crisis de salud mental y el sinhogarismo. Paralelamente, se ha dirigido a las minorías que en reiteradas ocasiones han sido diana de las críticas y políticas de la Administración Trump.
Ya seas inmigrante, miembro de la comunidad trans, una de las muchas mujeres negras que Donald Trump despidió de un puesto federal, una madre soltera que aún espera que bajen los precios de los alimentos, o cualquier otra persona que se encuentre en una situación desesperada, tu lucha también es la nuestra
En este sentido, ha abordado también las divisiones religiosas y ha prometido convertir Nueva York en una ciudad que se mantenga "firme" junto a los neoyorquinos judíos y que "no vacila en la lucha contra el antisemitismo" y en donde "más de un millón de musulmanes sepan que pertenecen, no solo en los cinco distritos de esta ciudad, sino también en los centros del poder".
Mamdani ha prometido apoyar a los sindicatos y ampliar la protección laboral, hacer que "los malos caseros rindan cuentas" e impedir "a multimillonarios como Trump evadir impuestos y explotar exenciones fiscales".
"Después de todo, si alguien puede mostrarle a una nación traicionada por Donald Trump cómo derrotarlo, es la ciudad que lo vio nacer", ha declarado acerca del magnate republicano, agregando que "si hay alguna manera de aterrorizar a un déspota, es desmantelando las mismas condiciones que le permitieron acumular poder".
Trump se refugia en el cierre del Gobierno para justificar su derrota
La derrota de Nueva York no fue la única que vivieron los republicanos de Donald Trump en una agria noche de elecciones para ellos, ya que los demócratas se han alzado con sendas victorias en los comicios electorales en los estados de Nueva Jersey y Virginia, donde los republicanos han salido del Gobierno.
El presidente de Estados Unidos salía al paso después de que las urnas hablaran y, en una nueva muestra de orgullo, atribuía la derrota de su partido en estos comicios se han celebrado en su país a su ausencia en las papeletas electorales y al cierre de Gobierno federal, que en esta misma jornada ha alcanzado el récord de 35 días. "Trump no estaba en las papeletas electorales y el cierre del Gobierno fueron las dos razones por las que los republicanos perdieron las elecciones esta noche", señalaba en un breve mensaje en su plataforma Truth Social.
Poco después, el republicano subrayaba en la misma red social su apuesta por medidas un tanto polémicas como "aprobar la reforma electoral, la identificación de los votantes, no al voto por correo" y abogaba por "salvar" al Tribunal Supremo del "packing", un término referido al aumento de los magistrados del alto tribunal para modificar su equilibrio ideológico. "¡Acabar con el filibusterismo!", concluía.
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