En el sur de Haití se han derrumbado numerosos edificios tras el desbordamiento de un río durante el paso de Melissa. Bajo los escombros se siguen buscando personas atrapadas, entre las cuales al menos 25 han sido registradas fallecidas. No obstante, aún continúan las busquedas bajo los escombros, lo que podría aumentar la cifra de fallecidos.

Según ha señalado la agencia AP, el alcalde de Petit-Goâve ha señalado que tras el desbordamiento del río La Digue han fallecido 25 personas, de entre ellas diez eran menores. En la ciudad costera del sur de Haití, el paso del huracán ha dejado este miércoles numerosas casas derrumbadas y se ha informado que aún una decena de personas siguen atrapadas bajo sus escombros, según han trasladado las autoridades locales.

El director general de Protección Civil, Emmanuel Pierre, ha confirmado este recuento al periódico 'Le Nouvelliste', asegurando no obstante que es un balance "provisional" porque "continúan las búsquedas".

El río La Digue se ha desbordado de madrugada a su paso por Petit Goâve, en el departamento Oeste. El agua ha anegado las calles aledañas y arrasado también con viviendas y vehículos.

'Melissa', que dejó al menos tres muertos durante su paso por Jamaica y llegó a alcanzar la categoría cinco en la escala de Saffir-Simpson, ha pasado este miércoles de madrugada por Cuba, donde el presidente, Miguel Díaz-Canel, ha afirmado "cuantiosos" daños materiales.

En el caso de Haití, no figuraba en la ruta de paso del huracán, pero la ONU ya había advertido de que podía ser uno de los territorios más afectados. El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos prevé que durante todo el día persistan condiciones propias de una tormenta en territorio haitiano.

Las paradas previas de Melissa

Durante la noche del pasado martes, Melissa arrasó sobre el suroeste de Jamaica, con vientos sostenidos de más de 240 kilómetros por hora y lluvias torrenciales que provocaron inundaciones súbitas, deslizamientos de tierra y el colapso de carreteras. Ciudades como Savanna-la-Mar o Black River amanecieron bajo el agua, con viviendas derrumbadas, postes eléctricos caídos y un panorama de devastación que el Gobierno ya ha calificado como “sin precedentes”.

Mientras Jamaica comenzaba a evaluar el alcance de la tragedia, Melissa continuó su avance hacia el oeste, debilitada a categoría 4 pero todavía con un potencial destructivo enorme. El Instituto de Meteorología de Cuba (Insmet) alertó del riesgo de marejadas ciclónicas, lluvias intensas y vientos sostenidos de hasta 215 kilómetros por hora, especialmente en las provincias orientales. El presidente cubano Miguel Díaz-Canel confirmó a través de su cuenta de X que más de 735.000 personas habían sido evacuadas de forma preventiva ante la inminente llegada del huracán. “La protección de la vida humana es la prioridad. Pedimos calma y disciplina ante las orientaciones de la Defensa Civil”, añadió.

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