Reino Unido sigue cerrando la puerta al turismo español. Pese a que en los últimos días se preveía una revisión más flexible de las limitaciones, el Gobierno de Boris Johnson ha optado por mantener en la ‘lista ámbar’ -indicador que supone mayores restricciones y complicaciones a la vuelta de los turistas británicos- a la mayoría de los países europeos. No se libran de esta criba tampoco Baleares ni las Islas Canarias, quienes tenían grandes esperanzas en una revisión que incentivara al sector y potenciara la recuperación económica del sector servicios, predominante en su tejido económico.

Apenas una docena de países han recibido el beneplácito de Reino Unido, e incluso Portugal -hasta ahora en la ‘lista verde’ de Johnson- puede ser devuelto al listado de destinos no aptos para viajar este verano. Este duro golpe al turismo británico en España viene acompañado de unas restricciones durísimas para los viajeros que decidan saltarse las recomendaciones de Downing Street, ya que a su vuelta se verían obligados a realizarse al menos dos pruebas PCR y permanecer en cuarentena obligatoria un mínimo de diez días. Condiciones que solo son todavía más duras si los ciudadanos deciden viajar a países ‘en rojo’, lo que les obligaría a realizar una cuarentena obligatoria en un hotel elegido por el Gobierno pagando todos los gastos que conlleve la estancia forzosa.

Será esta misma tarde cuando el Ejecutivo británico informe de los cambios en una rueda de prensa que no parece halagüeña para los destinos preferidos de su ciudadanía. Los principales destinos de los británicos -España, Francia, Grecia e Italia- permanecerán en ámbar con toda seguridad. Por el momento, y a falta de la revisión estricta que ya dan por hecha los medios locales, los países en la ‘lista verde’ son Australia, Brunei, islas Malvinas, islas Feroe, Gibraltar, Islandia, Israel, Nueva Zelanda, Portugal, Singapur, las islas George y Sandwich del Sur, Santa Helena y la isla de Ascensión.

Con el grueso del sector turístico inmerso en un estado de incertidumbre, fruto del panorama internacional y los vaivenes jurídicos de las administraciones competentes, desde el Ministerio de Sanidad han llegado mensajes confusos en las últimas fechas. Si el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, pidió cautela y celebrar en voz baja la llegada de turistas extranjeros; la titular de la cartera de Sanidad, Carolina Darias, insiste en que es necesaria la reactivación económica y que España sea vista a nivel internacional como un destino seguro.

Ciertas autonomías también han expresado su malestar por el varapalo que sufre su economía por la decisión británica de evaluar a España como un conjunto. De esta forma, instan a Moncloa a negociar un análisis más exhaustivo, que tenga en cuenta la situación epidemiológica de sus regiones a fin de no cargar con el lastre de las regiones vecinas con peores indicadores: mientras la media nacional de incidencia acumulada se sitúa en 118 casos por cada 100.000 habitantes, la Comunidad Valenciana (35,58) y Baleares (38,75) recuerdan el esfuerzo realizado en los últimos meses para cumplir con los deberes de Sanidad.