Después de las declaraciones la semana pasada del ex primer ministro laborista Paul Keating rechazando la vieja doctrina del gobierno federal defendiendo los intereses de Estados Unidos y Gran Bretaña, una asamblea de representantes laboristas anunciaron manifestaciones de protesta el 1 de mayo, Día de los trabajadores. Además, ex primeros ministros y analistas se unieron al coro de lamentaciones contra el mandatario Anthony Albanese.

En declaraciones a los medios de información, Nanai Mahuta, ministra de relaciones exteriores neozelandesa, quien visitó la semana pasada Australia, dijo que la Alianza del país junto a Gran Bretaña y Estados Unidos era muy importante en términos de seguridad, añadiendo sin embargo que "nuestro país ha impuesto una política medioambiental libre de contaminación nuclear". Además, asumió que los intereses comerciales con China en el apartado de las exportaciones eran alrededor del 30%, lo cual “resulta muy alentador para nuestro  país”. Por otro lado, en la visita que hizo el mes pasado el primer ministro, Christ Hipkins, a Canberra, también estaba de acuerdo por lo que atañe a la seguridad, pero no compartía el hecho de que su país estuviese implicado con graves problemas a consecuencia de la contaminación nuclear. 

Al margen del Ejecutivo neozelandés, Garry Brownlee, portavoz del partido Nacional neozelandés, que representa a trabajadores y propietarios de tierras, criticó la actitud del gobierno australiano afeando que tachara a China como un país enemigo sobre el que había que vigilar sus movimientos. Asimismo, añadió que se sentía orgulloso de vivir en un país libre de contaminación. 

 Manifestaciones de protesta el primero de Mayo

David Crow y Mathew Knott, periodistas del matutino The Age, destacan manifestaciones de protesta contra el gobierno federal ofreciendo las dependencias portuarias de Port Kembla, en el estado de Nueva Gales del Sur, para el acondicionamiento de ocho barcos submarinos dotados con energía nuclear. Arthur Rorris,  Secretario del Concilio de la región portuaria invitado al Club de Prensa de la capital de Canberra, recalcó que el tema de los submarinos era preocupante para los trabajadores del sector marítimo.

Así las cosas, puso de relieve que el contencioso sería dirimido bajo el slogan ''the battle for the Port of Kembla". Una protesta y otras consideraciones que hizo Rorris en el Club de Prensa acerca de los días de mayo tendrán lugar antes que el primer ministro Albanese viaje a Japón para estar presente en la reunión cumbre del  país nipón, donde acudirán jefes de gobierno del G7. 

Por otro lado, el grupo periodístico 9NEWS informaba sobre las reacciones de Geraldine Brooks, analista y autora con largos años de experiencia residiendo en Estados Unidos, quien recalcó que la Alianza tripartita del AKKUS se diseñó en el peor momento que atraviesa EEUU. En este sentido hizo hincapié en que las últimas encuestas indican que el 40% de los americanos aprueban al presidente Joe Biden; sin embargo, el 70% de los republicanos sostienen que las últimas elecciones fueron un robo.

Además, la autora australiana considera que el sistema político norteamericano va camino de convertirse en una autocracia. Todo esto significa, añadió Brooks, que el primer ministro Anthony Albanese y Penny Wong, ministra de relaciones exteriores, deberían estar preocupados por los vaivenes de la política norteamericana .

La Vieja Guardia del Laborismo Australiano cuestiona la necesidad de pertenecer a la Alianza

Kim Carr, ex ministro del gabinete ministerial bajo los gobiernos de Kevin Rudd y Julia Guillard, así como otros destacados ex ministros se han movilizado en contra el Gobierno Federal por el compromiso de aliarse con EEUU y Gran Bretaña. Un compromiso que gira en torno a inversiones del orden de 368 billones de dólares para la compra de 11 submarinos de propulsión nuclear.

Kim Carr, además de trasladar sus dudas e inquietudes acerca de las escalofriantes cifras billonarias, se refirió a los riesgos que implicaron en la década de los 60 en la guerra del Vietnam, que libró EEUU junto a sus aliados, incluyendo Australia. Un enfrentamiento bélico  que no solamente tuvo que aportar cuantiosos presupuestos económicos en material de guerra, sino que también costó la vida a 523 soldados australianos y dejó 2400 heridos.   

Finalmente, Kim Carr añadió en sus declaraciones a los medios, que el gobierno federal había dado  "un gran salto para aterrizar en la oscuridad". 

Bob Carr, y Gareth Evans, fueron también ministros laboristas, y dando a conocer sus inquietudes a los medios expresaron críticas contundentes contra las decisiones del gobierno laborista que lidera Anthony Albanese.

El gobierno federal se mantiene firme información

Ed Hussic, ministro del gabinete que lidera Anthony Albanese, dijo que entendía bien las inquietudes de representantes de distintos sectores de la sociedad. En este contexto explicó que en una democracia que disfruta de tener buena salud, es legítimo que se debatan cuestiones tan importantes como la Alianza de AUKUS.

Por otro lado, explicando razones y argumentos sobre el tema, comentó que la alianza tripartita era un hecho consumado sin que pudiera darse marcha atrás. Sin embargo en la reunión del "Caucus", reunión de los parlamentarios laboristas con la participación de la plana mayor del gobierno, tres de los asistentes cuestionaron la decisión del Ejecutivo. En este aspecto dudaron sobre los costes que implicaba la anexión en el tratado de AUKUS.

Finalmente, por lo que respecta a la Agrupación política de los Verdes, que apoyaron de partida al gobierno laborista en las últimas elecciones generales del año pasado, podrían poner en aprietos al Ejecutivo.

En este contexto, un sector de este partido se opuso a formar parte de la alianza AUKUS.

En resumidas cuentas, el mandatario político australiano y su gabinete ministerial tendrán que librar otro pulso para dirimir las diferencias.