La extensión de gas propiciada por el gobierno australiano supone un tremendo error contra el medio ambiente en el que parece que el único que se vanagloria de la situación es la empresa Woodside.

Carmen Lawrence, Doctorada y ex primera ministra laborista de la demarcación estatal de Australia Occidental, remarcaba que la compañía estaba vinculada con conexiones políticas con el aval del mandatario político australiano.

De este modo, ponía en tela de juicio los acuerdos del Gobierno Federal extendiendo las emisiones de gas en la región del North West Shelf hasta el año 2070. Una zona, por otro lado, propensa a ciclones, según destacan los expertos en movimientos ciclónicos.

Retomando las versiones de Lawrence acerca de las decisiones del Ejecutivo, las expectativas de los jóvenes australianos han caído en saco roto tras conocer las intenciones gubernamentales; unas intenciones devastadoras para los aborígenes de la tribu Murujuga, que durante más de 40.000 años se dedicaron a pintar en las rocas de zonas colindantes.

En declaraciones a los medios de comunicación también lamentaba la decisión del Ejecutivo de prorrogar las emisiones de gas 45 años, un dato que ni siquiera le hubiera parecido acertado al ex primer ministro conservador Scott Morrison.

Otra de las grandes preocupaciones de la doctora y ex primera ministra laborista de Australia Occidental es aguantar hasta el año 2070 en una atmósfera caldeada con millones y millones de toneladas de polución equivalentes a una década de emisiones climáticas.

En este contexto, otros expertos han aludido las grandes inquietudes debido por la contaminación del aire y, sobre todo, lo que atañe a enfermedades respiratorias.

Un aviso a navegantes

Meg O'Neil, ejecutiva principal de la empresa, dio una conferencia de prensa organizada en la ciudad de Brisbane.  Durante su comparecencia se refirió a los apagones que sufrieron en España, Portugal y Francia.

En este contexto, aludió al primer ministro australiano comprometiéndose a evitar males mayores, priorizando la seguridad energética, así como hacer los cambios necesarios con el fin de disponer de fuentes de energía limpias.

Sin embargo, cuando ElPlural.com se puso en comunicación con el sociólogo Juan Carlos Guzman, en Melbourne, "ponía en entredicho las intenciones del primer ministro, dado que, si tres años antes de conseguir su mandato no había hecho nada cómo iba a hacerlo ahora".  

El ‘plan’ de Albanese

El analista Ross Gittins destacaba que al primer ministro se había plegado a intereses empresariales, y añadia :"Ahora nos hemos enterado de la primera decisión del gobierno ha sido extender durante 40 años las emisiones de gas de Woodside North West Shelf”.

Acto seguido Gittins se pregunta "quienes fueron los que levantaron la voz a los cuatro vientos diciendo que para el año 2050 Australia conseguiria batir de cero emisiones netas”. En definitiva, apostillaba el analista, "si gran parte del electorado esperaba que el mandatario australiano se volcará resolviendo los grandes problemas que nos acechan seguramente, que saldrán disgustados".  Sin embargo, lo que sí percibirán de Albanese será verle dando la mano a víctimas de las riadas o sucesos  que hayan causado víctimas mortales.   

Como prueba, en el The Age de Melbourne apareció un mensaje que decía: 'Querido primer ministro, congratulaciones por el resultado de las elecciones...Pero, por favor dé marcha atrás y no apruebe nuevos proyectos de gas y minas de carbónFirmado por la Fundación y Conservación Medio ambiental, y medio millón de australianos que aspiran a vivir en un país más limpio, y más seguro de cara al futuro. Además, la organización "Necesitamos la naturaleza ahora".

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