Las medidas de prevención del coronavirus han afectado a la mismísima Angela Merkel, quien este lunes veía como le negaban el saludo por razones de higiene. Ha ocurrido durante una reunión sobre inmigración celebrada en Berlín. En dicho encuentro la cancillera alemana coincidía con su ministro del Interior, Horst Seehofer, y esta se iba directa a estrecharle la mano.

Sin embargo, el saludo no se ha llegado a producir porque Seehofer se ha negado, aludiendo a razones de higiene -Alemania acumula ya 153 casos confirmados de coronavirus, aunque de momento no hay que lamentar ninguna pérdida-.

Una cobra ante la que Merkel ha reaccionado con una sonrisa y ha procedido a sentarse en su sitio para que empezara la reunión. “Hizo lo correcto”, espetó después la canciller alemana.