Occidente, con la Unión Europea y Estados Unidos a la cabeza, ha decidido pasar a la acción para buscar una solución a la crisis en Ucrania, ante la inmovilidad de Rusia, que sigue sin mostrar sus cartas, manteniendo en vilo a todo el planeta. En este sentido, este lunes se han sucedido los movimientos a lo largo y ancho del Viejo Continente para intentar desencallar la situación.

De esta manera, la medida más importante ha sido el anuncio por parte de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, del envío de 1.200 millones de euros en ayuda a Ucrania a través de un nuevo paquete de apoyo financiero. Un montante que la líder del Ejecutivo europeo ha adelantado que incluye subvenciones y préstamos de emergencia para que Kiev aborde "las necesidades financieras por el conflicto".

Asimismo, Von der Leyen ha pedido celeridad al Parlamento Europeo para dar pronto el visto bueno al plan y proceder a desembolsar un primer tramo de 600 millones en las próximas semanas.

La UE exige al Kremlin el cese de las "amenazas" y "acciones agresivas"

Un anuncio de Von der Leyen que llegaba pocos minutos antes de que la Unión Europea hiciera pública un comunicado muy duro, firmado por los 27 ministros de Exteriores del boque, cargando contra Rusia por violar la seguridad "indivisible" de Europa con el pulso contra Ucrania, condenando las "amenazas" y "acciones agresivas" rusas contra Kiev, y exigiendo al Kremlin una inmediata rebaja de la tensión militar de la zona.

En concreto, en el escrito la UE ha vuelto a mostrar su total rechaza a la “esfera de influencia” que, según el bloque europeo, pretende establecer Rusia con sus países vecinos. “Una noción que no tiene lugar en el siglo XXI”, han criticado. Por ello, han puesto en valor el orden de seguridad europeo basado en el respeto a las fronteras, la soberanía y la integridad territorial, el rechazo al uso de la fuerza y la libertad de los países para elegir su política de seguridad y alianzas.

"Estos principios no son negociables ni objeto de revisión o reinterpretación. Su violación por parte de Rusia es un obstáculo al indivisible espacio de seguridad en Europa y amenaza a la paz y estabilidad en el continente", han advertido en sus conclusiones los diferentes jefes de la diplomacia europea.

Amenazan con sanciones “severas” a Rusia

Por otra parte, la UE también ha vuelto a subrayar que cualquier agresión de Rusia a Ucrania tendrá “consecuencias masivas” y un “coste severo” para Moscú. En este sentido, cabe destacar que la idea con la que trabaja Bruselas desde hace varias semanas es imponer una serie de restricciones al Kremlin para cortocircuitar su economía, ahuyentándoles de su perspectiva militar y empujándoles a la mesa de negociación.

Además, paralelamente a esta labor, el bloque europeo también está estudiando realizar una misión relámpago en Ucrania para aumentar la capacidad de defensa de Kiev y mejorar los altos mandos del ejército ucraniano: “La UE está definiendo formas de apoyo a Ucrania en el área de educación militar profesional”.

Asimismo, en la reunión de este lunes, previa al mencionado comunicado, además de los 27 ministros de Exteriores de la UE, también ha participado secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en una nueva demostración de la unión que existe en estos momentos entre Washington y el bloque europeo.

EEUU, Reino Unido y Australia ya empiezan a retirar a sus diplomáticos de Ucrania

Por otro lado, EEUU, Reino Unido y Australia ya han empezado a retirar a parte de sus diplomáticos en Ucrania. El gigante americano era la primera potencia en adoptar esta medida, ordenando este domingo la salida de las familias de los diplomáticos de su Embajada en Ucrania, ante la "amenaza continuada de una acción militar por parte de Rusia". "Los ciudadanos estadounidenses en Ucrania deben considerar irse ahora usando medios de transporte comercial u otras opciones privadas disponibles", instaba el Ejecutivo de Joe Biden.

Una noticia que no sentaba nada bien al gobierno ucraniano, que tildaba la decisión de EEUU de “prematura” y “excesiva”. “No ha habido cambios en la situación de seguridad en el último tiempo: la amenaza de nuevas oleadas de agresión rusa se ha mantenido sin cambios desde 2014 y la acumulación de tropas rusas cerca de la frontera comenzó en abril del año pasado”, lamentaba el portavoz del Ministerio de Exteriores de Ucrania, Oleg Nikolenko.

No obstante, las palabras de Nikolenko no surtían efecto, puesto que pocas horas después del anuncio de EEUU, Reino Unido y Australia optaban por la misma vía, aludiendo ambos gobiernos a la “creciente amenaza” de Rusia y al aumento de la tensión en la región en las últimas semanas.

“Parte del personal de la Embajada y sus familiares están siendo retirados de Kiev en respuesta a la creciente amenaza de Rusia. La Embajada británica permanece abierta y seguirá llevando a cabo trabajos esenciales”, informaba el Ministerio de Exteriores de Reino Unido a través de una alerta de viaje. Además, el gobierno de Boris Johnson aconsejaba a sus ciudadanos evitar todo viaje “no esencial” a Ucrania, especialmente “a las provincias de Donetsk, Lugansk y Crimea".

"Los servicios consulares y nuestras posibilidades de prestar asistencia consular a los australianos podrían cambiarse debido a las condiciones en el terreno”, advertía, por su parte, el gobierno de Australia, avisando también de que la comunicación aérea con Ucrania podría "verse alterada".