Los ministros de Transportes de la Unión Europea han acordado este jueves reformar el reglamento de los derechos de los pasajeros que aumenta las horas de retraso mínimas que dan derecho al pasajero pedir una compensación; se ha elevado de las 3 horas originales a entre 4 y 6 horas, dependiendo del destino del vuelo. Además, la Unión también ha dado la luz verde a que aereolíneas sigan cobrando por el equipaje de mano.
A pesar de la oposición de España, Alemania, Estonia y Portugal, la medida que eleva el mínimo de retrasos ha salido adelante por una mayoría cualificada. El texto acordado este jueves servirá como base para negociar la medida en la Eurocámara de forma definitiva. Esta reforma, además, permitirá que se introduzca la obligación de las aerolíneas de habilitar un formulario que permita a los afectados tramitar de manera automática su indemnización en caso de cancelación.
"Gracias por el debate y por la flexibilidad, es un gran paso hacia una reforma muy necesaria para mejorar los derechos de los pasajeros de la UE [Unión Europea]. Es posible que no todo el mundo esté plenamente satisfecho, pero a eso yo lo llamo un buen compromiso, que es cuando nadie se queda cien por cien contento. Vamos ahora a empezar la negociación con el Parlamento Europeo", ha dicho el ministro de Polonia, Dariusz Klimczak, que este semestre ejerce la presidencia de turno del Consejo.
Tanto España como los otros tres países opositores han avisado de que esta decisión supone un "retroceso" en los derechos adquiridos de los pasajeros europeos. Austria y Estonia se han abstenido de la votación porque no quieren ser un obstáculo para el acuerdo, pero tampoco han valorado positivamente la implementación de esta medida.
"No podemos apoyar esta propuesta", ha dicho en el debate final el secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, quien ha reconocido "avances" pero ha insistido en que empeorar los umbrales para la indemnización por retraso es una "línea roja" para España y el resultado "empeora claramente la posición de los pasajeros"
Al mismo tiempo, España también ha votado en contra de otra propuesta que permite que las aereolíneas sigan cobrando por el equipaje de mano. Alemania, Portugal y Eslovenia han votado en contra y tanto Autria como Estonia se han abstenido. Se presentó en un debate entre embajadores de la Unión Europea una propuesta que tiene su origen en Polonia que contempla una nueva opción de equipaje gratuito que se puede colocar por debajo del asiento que no sustituye el precio de las maletas en cabina; sin embargo, este planteamiento ha sido rechazado este jueves.
Los ministros de Transporte aprueban 30 nuevos reglamentos
El ministro polaco ha confirmado que se han aprobado 30 nuevos reglamentos relacionados con los derechos de los pasajeros aéreos, donde ha calificado los preexistentes como “anticuados” y “prácticamente ilegibles”. Ha confirmado que la Unión Europea obligará a que hayan “compensaciones más altas dentro de la Unión Europea”, una mejora de las infraestructuras y ha matizado que, en el caso de la cancelación de vuelos, “reembolsos serán aplicables cuando la aerolínea no puede ofrecer una alternativa dentro de 3 horas”.
“Aerolíneas tendrán que informar a los pasajeros sobre cualquier cambio a lo largo de su viaje, y si el vuelo es cancelado, la aerolínea deberá informar al pasajero sobre opciones alternativas para llegar a su destino y otras medidas de asistencia, incluyendo la compensación”, ha explicado Klimczak. Otra medida que ha aprobado la Unión es la obligación de las aerolíneas de proporcionar agua a pasajeros cuando hay retrasos: “Cuando los pasajeros están en un avión durante más de 3 horas, tienen que recibir agua primero y luego deben ser desembarcados”.
“Hemos tenido una reunión muy importante hoy”, ha resaltado Klimczak en la rueda de prensa posterior a la cumbre. “Hemos demostrado que cuando los derechos de los ciudadanos están en cuestión, podemos llegar a un acuerdo”, ha afirmado cuando ha resaltado las dificultades encontradas por los ministros durante el debate. La reunión de ministros ha tenido como objetivo debatir principalmente la industria energética europea, la competitividad de la Unión y su política comercial, la inversión europea y la simplificación de los negocios.