Con la noticia del pasado mes de junio de que será Jon Biden el que se enfrente en las urnas a Donald Trump el próximo mes de noviembre, la carrera presidencial de Estados Unidos se ha encauzado en su recta final. Con el actual presidente haciendo frente a la crisis del Coronavirus, Biden ha empezado a formar el que será su comité para la próxima convención demócrata.

Aunque no ha revelado la fecha exacta, Biden ha anunciado que para la semana del 3 de agosto tendrá elegida a la que podría ser su vicepresidenta. Y es que todas las candidatas del demócrata al puesto son mujeres; un hecho que, de llegar a la Casa Blanca, convertiría el ejecutivo de Biden en el primero de la historia en tener a una mujer a cargo de la vicepresidencia. Si se echa la vista atrás, se puede ver que ningún presidente de la historia reciente de EEUU (ni demócrata ni republicano) ha tenido a una mujer en el cargo: Si Obama tenía al citado Biden, Bush tenía a Dick Cheney, Clinton a Al Gore y el actual Trump, a Mike Pence.

Después de la candidatura de Hillary Clinton en 2016, la elección de un hombre blanco como Biden sorprendía a muchos de los electores. Sin embargo, viendo la evolución sociológica del país norteamericano y gracias a que él mismo ha señalado su voluntad de no repetir mandato si su edad no se lo permite (está cerca de los 77 años), la figura de la vicepresidenta cobra un mayor sentido hacia el que puede ser otro hito histórico dentro de unos años: La proclamación de la primera mujer presidenta de los EEUU.

Según informa The New York Times, muchos de los votantes (y no sólo demócratas) están muy interesados en saber a quién elige Biden para ser su mano derecha en esta situación de crisis mundial. Sin embargo, parece que su campaña no estará marcada por las prisas. Ni él ni sus asesores ven necesidad de adelantar acontecimientos viendo el estado favorable que tiene frente a Trump, y parece que el anuncio de la identidad de la que podría ser su vicepresidenta no es una de las prioridades de su agenda.

En cuanto a las candidatas, Biden tiene una larga lista de nombres. De todos ellos, dos de las más reconocidas desde el inicio de su búsqueda son Elizabeth Warren, senadora de Massachusetts que ya ha mostrado su intención de formar parte del equipo si el potencial presidente se lo pide; y Kamala Harris, primera mujer en ser fiscal general de California en 2011 y que, pese a ser uno de los nombres más mediáticos de la campaña demócrata, se quedó en el camino.

Sea quien sea la elegida, tendrá que seguir los propósitos de la campaña de Biden. Entre ellos, tan discutidos como necesarios, se encuentran la necesidad de reconstruir la clase media estadounidense, convertir la sanidad en un derecho, el uso responsable del poder militar y la garantización de la educación.