El juez Santiago Pedraz no ha encontrado hasta el momento rastro alguno de delitos de blanqueo u “operaciones relacionadas con organización criminal alguna” en las conversaciones telefónicas que se intervinieron al expresidente del mexicano Partido Revolucionario Institucional (PRI) Humberto Moreira durante su estancia en España.

Escuchas reclamadas desde EEUU
Según el auto del juez de la Audiencia Nacional por el que dejó en libertad el pasado viernes a Moreira, en septiembre de 2013 la justicia estadounidense, que le investigaba por blanqueo y malversación, pidió a la española varias diligencias.

Por un lado, le reclamó que pinchara el teléfono del expresidente del PRI, quien en ese momento se encontraba cursando un Máster de Comunicación y Educación en la Universidad de Barcelona, y también le pidió documentación sobre impuestos, propiedades, empresas y cuentas bancarias de Moreira desde enero de 2005.

La Audiencia Nacional ordenó la escucha de sus teléfonos hasta que, en diciembre de 2013, Moreira volvió a México, y luego los volvió a pinchar en julio de 2014, cuando volvió a España durante un mes.

"Mientras se mantuvo la intervención telefónica se obtuvieron diversas conversaciones de las que no se sigue actividad alguna relacionada con el blanqueo de capitales, ni aun de operaciones relacionadas con organización criminal alguna", afirma Pedraz, que mantiene la causa bajo secreto de sumario.

Cuentas investigadas
Además de las escuchas telefónicas, también se están investigando las cuentas bancarias a nombre de Moreira. El juez detalla en su auto que era titular de tres cuentas en España, en las que percibió entre enero y septiembre de 2013 un total de 199.079 euros, 6.660 de ellos de ingresos en efectivo y el resto de transferencias mensuales de dos empresas de su propiedad: Unipolares y Espectaculares del Norte, y Negocios Asesoría y Publicidad.

A raíz de estas transferencias, en marzo de 2014 la Fiscalía Anticorrupción española abrió diligencias contra Moreira al sospechar que ese dinero podía proceder de un delito de blanqueo cometido por organización criminal.

Según destacó la Fiscalía, las autoridades norteamericanas habían facilitado datos de que Moreira había desempeñado el cargo de gobernador del Estado mexicano de Coahuila de 2005 a 2011, cuando "malversó varios millones de dólares que fueron objeto de blanqueo", explica el juez.

Empresas limpias
La defensa del político mejicano, detenido el pasado día 16 en el aeropuerto de Madrid y puesto en libertad una semana después, aportó documentación que justifica que el dinero que recibió de sus empresas era por honorarios o dividendos y aportó una declaración de la renta que demuestra que su sueldo es mayor que esas transferencias mensuales desde México, según recoge también el auto de la Audiencia Nacional.

"Con ello basta para descartar el delito de blanqueo", concluye Pedraz, para quien no existe ningún indicio de que sus empresas sean "pantalla" o "fantasmas".