Como estaba previsto, el Congreso de Estados Unidos ha dado luz verde al impeachment contra el presidente Donald Trump. La primera votación, celebrada en la Cámara Baja, ha constuido un minipunto para los demócratas que, gracias a su mayoría parlamentaria, ponen la primera piedra para la destitución del máximo mandatario del país, con los votos republicanos en contra. 

La Cámara Baja sacó adelante el texto, por 232 votos a favor y 196 en contra, que constituye una hoja de ruta para continuar con la investigación al presidente. Unas pesquisas que se están llevando a cabo en el más absoluto de los secretos y marcadas por una mayoría demócrata.

Esta resolución del Congreso ha autorizado al Comité de Inteligencia a hacer públicas las audiencias y preparar un informe para que sea el Comité Judicial el que decida si redacta artículos para el juicio político contra el presidente de Estados Unidos. Este, además, se celebraría en el Senado, institución en la que, al contrario que en la Cámara Baja, los republicanos tienen mayoría

Trump habla de caza de brujas

"¡La mayor caza de brujas de la historia de Estados Unidos!", ha proclamado Trump en Twitter justo después de la votación en la que se han puesto las primeras piedras para el impeachment. "Lo que está en juego no es nada más y nada menos que nuestra democracia", ha afirmado la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, defensora de un arduo proceso político frente al que se mostraba reacia hace tan solo unos meses. Si prospera, Trump sería el tercer presidente en ser juzgado ante el Congreso.

Solo dos demócratas se han salido de la línea oficial del partido, mientras que por parte republicana Justin Amash, un independiente de Michigan, se ha posicionado a favor del 'impeachment'. El Partido Republicano basa sus alegatos contra el proceso en que los demócratas quieren expulsar al presidente porque son incapaces de batirle en una elecciones.

"El presidente no ha hecho nada malo y los demócratas los saben", ha afirmado la Casa Blanca en un comunicado difundido tras la votación en la que ha acusado a Pelosi y sus socios de tener una "obsesión" por un proceso "ilegítimo" que "perjudica al pueblo estadounidense.

La Presidencia, que ha instado al Partido Demócrata a centrarse en otras cuestiones que "afectan a las familias de verdad", ha denunciado una violación "inaceptable" de la normativa propia de la Cámara de Representantes para avanzar en esta iniciativa.

En este sentido, ha acusado a Pelosi de realizar "reuniones secretas a puerta cerrada", de "bloquear" los intentos de la Administración por participar y de poner en cuestión el "debido proceso". "Los demócratas quieren emitir un veredicto sin dar a la Administración una oportunidad de defender. Es injusto, inconstitucional y fundamentalmente antiestadounidense", ha remachado la Casa Blanca.