Con su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos impidió este martes que se aprobara una resolución que exigía un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza. Según Washington, la propuesta, presentada por Argelia, no favorecería el diálogo entre Israel y Hamás, y dificultaría las negociaciones "sensibles" que están en curso.

La resolución argelina, que pedía el respeto del Derecho Internacional en el territorio palestino, contó con el apoyo de 13 de los 15 miembros del Consejo. Solo Estados Unidos votó en contra, ejerciendo su derecho de veto por tercera vez sobre este asunto, y Reino Unido se abstuvo. Ambos países consideraron que la resolución no era la solución adecuada para lograr el cese de las hostilidades.

La embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, defendió la postura de su país con estas palabras: "A veces la diplomacia lleva más tiempo de lo que nos gustaría". Por su parte, la embajadora británica, Barbara Woodward, pidió una "suspensión inmediata" de los combates, pero criticó la resolución por ser insuficiente: "Simplemente pidiendo un alto el fuego, como hace la resolución, no se logrará".

El embajador argelino, Amar Benjama, lamentó el bloqueo de Estados Unidos y prometió seguir buscando una acción del Consejo de Seguridad "para detener la masacre". "No pararemos hasta que este Consejo asuma su responsabilidad e imponga un alto el fuego inmediato", afirmó, y urgió a los que impiden el consenso a "revisar sus políticas y sus cálculos".

Otros embajadores, como el ruso Vasili Nebenzia y el chino Zhang Jun, expresaron su rechazo al veto estadounidense y acusaron a Washington de dar a Israel "licencia para matar" y de equivocarse en su posición, respectivamente. Ambos señalaron la grave situación humanitaria que sufren cientos de miles de palestinos en la Franja de Gaza.

Ante la falta de respuesta del Consejo de Seguridad, se espera que la Asamblea General de la ONU convoque una nueva sesión de emergencia para abordar el conflicto. En este órgano, todos los Estados miembro tienen voz y voto, y ningún país puede vetar ninguna resolución.

Israel y EEUU, las claves de una alianza inquebrantable

La alianza entre Israel y EEUU se remonta a la fundación del primero en 1948, cuando el presidente estadounidense Harry Truman reconoció al nuevo Estado pocos minutos después de su declaración de independencia. Desde entonces, EEUU, que buscaba contrarrestar la influencia soviética de la región, ha sido el principal proveedor de ayuda económica y militar a Israel, así como su defensor en el ámbito diplomático, especialmente en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde ha vetado numerosas resoluciones críticas con las políticas israelíes.

Según datos del Congreso de EEUU, Israel es el país que más asistencia extranjera acumulada ha recibido por parte de EEUU desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, con un total de 146.000 millones de dólares hasta 2019. La mayor parte de esa ayuda se destina al ámbito militar, lo que ha permitido a Israel desarrollar uno de los ejércitos más avanzados y poderosos del mundo. Además, ambos países comparten información de inteligencia y cooperan en proyectos de investigación y desarrollo tecnológico.

Uno de los ejemplos más destacados de esta cooperación es el famoso sistema antimisiles Cúpula de Hierro, que ha interceptado más del 90% de los cohetes lanzados desde Gaza en los últimos días. Este sistema fue desarrollado por Israel con financiación y apoyo técnico de EEUU, que ha destinado más de 1.600 millones de dólares desde 2011 para su despliegue y mantenimiento. En este sentido, Biden ha anunciado que EEUU repondrá las reservas del sistema tras el actual conflicto.

No obstante, la relación entre Israel y EEUU no solo se basa en intereses estratégicos y económicos, sino también en valores compartidos, como la democracia, los derechos humanos y la libertad religiosa. Ambos países tienen una población diversa y multicultural, con una importante presencia judía en EEUU. Según una encuesta del Pew Research Center, el 75% de los estadounidenses tiene una opinión favorable o muy favorable de Israel, mientras que solo el 27% dice lo mismo de los palestinos.

Sin embargo, la alianza entre Israel y EEUU también tiene sus sombras y sus desafíos. A lo largo de las décadas, ha habido momentos de tensión y desacuerdo entre ambos gobiernos, especialmente en lo referente al proceso de paz con los palestinos y a la expansión de los asentamientos judíos en Cisjordania y Jerusalén Este. Asimismo, la opinión pública estadounidense muestra algunas fisuras según la afiliación política, la edad y la religión. Los demócratas, los jóvenes y los musulmanes tienden a ser más críticos con Israel y más solidarios con los palestinos que los republicanos, los mayores y los cristianos.

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