La cadena de terremotos registrados este lunes en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, han dejado más de 20.000 muertos, con 17.000 en Turquía, 1.262 en las zonas de Siria controladas por el Gobierno de Bashar al Assad y otros 1.970 en puntos de las provincias de Idlib y Alepo, situadas al noroeste del país y en manos de rebeldes, según los balances oficiales publicados durante las últimas horas.

Además, cuatro días después, los equipos de emergencia todavía han encontrado a los últimos supervivientes sepultados bajo los escombros. Por ejemplo, en Turquía han logrado rescatar este miércoles de madrugada a un padre y a su hija de cinco años cerca de 90 horas después de haber quedado atrapados entre las ruinas de un edificio destruido en la provincia de Hatay.

Según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia, los trabajadores de búsqueda y rescate han estado trabajando durante un gran número de horas hasta que han dado con el paradero de las dos personas en un edificio en la ciudad de Odabasi. Tras el rescate, el padre y su hija han sido llevados a un hospital después de recibir primeros auxilios, todo ello entre aplausos a los servicios de rescate.

Una hora antes, los servicios de emergencia han encontrado en Kahramanmaras a un niño de siete años y a su padre, de 32 años, que fueron rescatados de entre los escombros tras 89 horas, según la citada agencia. El tiempo estándar que una persona puede permanecer con vida sin la ingesta de agua o de comida en desastres como este es de 72 horas, por lo que, pasado ese tiempo, se complica de manera considerable el trabajo de los servicios de emergencia para rescatar a personas vivas de debajo de los escombros.

La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), dependiente del Ministerio del Interior turco, ha indicado que cerca de 120.000 miembros de los equipos de búsqueda y rescate -entre los que se encuentran equipos internacionales y ONG- trabajan en las zonas afectadas. Hasta la región se han enviado grandes cantidades de equipamiento de rescate, comidas, bienes de primera necesidad y grupos de ayuda psicosocial.

La ONU, sobre los terremotos de Turquía y Siria: “Uno de los mayores desastres de nuestro tiempo”

El secretario general de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, ha calificado este jueves a los terremotos que han asolado Turquía y Siria como “uno de los mayores desastres naturales de nuestro tiempo”. El dirigente de la organización internacional ha reiterado que es plenamente consciente de que aún no se conoce el alcance total del daño y de la crisis humanitaria que se está desarrollando ante los ojos del mundo, según ha detallado en una rueda de prensa.

En este sentido, Guterres ha remarcado que las personas en la región se enfrentan a “una pesadilla sobre otra pesadilla”, asegurando que el sur de Turquía ha estado caracterizado durante años por la acogida de refugiados sirios. “En mis visitas (a la región) me conmovió profundamente la solidaridad de las personas que abrieron sus hogares y sus corazones. Ahora esos hogares han sido destruidos y esos corazones se están rompiendo”, ha aseverado el mandatario de la ONU.

Frente a “este desastre épico”, Guterres ha hecho un “llamamiento enérgico” a la comunidad internacional para que muestre al pueblo de Turquía y Siria el “mismo tipo de apoyo y generosidad con el que recibieron, protegieron y ayudaron a millones de refugiados y desplazados en una enorme muestra de solidaridad”.

Anteriormente, el secretario general de la ONU ha detallado que el primer convoy de ayuda de Naciones Unidas ingresó en el norte de Siria. Este incluye seis camiones que transportan refugio y otros suministros de socorro que se necesitaban “desesperadamente”. “Hay más ayuda en camino, pero se necesita mucho más, mucho más”, ha relatado Guterres, lamentando “la pérdida de tantos” mientras el número de víctimas mortales continúa creciendo.