El 2023 trae consigo una ardua e intensa agenda política para Pedro Sánchez, teniendo en cuenta las elecciones autonómicas y municipales en mayo y, previsiblemente, las generales en diciembre. No obstante, en Moncloa también se afrontarán multitud de compromisos internacionales que darán aún más proyección relevante al país en el ámbito europeo.

A pesar de que los motores arrancarán con mayor fuerza a partir del segundo semestre del año, la primera prueba internacional será en la cumbre de Marruecos, prevista para finales de enero o principios de febrero. Es así como la Reunión de Alto Nivel entre España y Marruecos será la primera desde 2015 y se dará con el telón de fondo de las relaciones con Argelia y después del encuentro de Sánchez con el rey Mohamed VI en Rabat en abril.

En esta cita, participarán ambas y amplías representaciones de  sendos gobiernos. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha confirmado que, antes de esta reunión, se producirá la esperada reapertura de la aduana de Melilla y, a la par la nueva de Ceuta, “de forma ordenada y gradual” con el fin de formalizar el tránsito de personas entre la frontera de ambos países.

No obstante, entre los ‘pendientes’ de Sánchez queda ese viaje que prometió a Argelia con el ‘background’ negativo que supuso su toma de posturas a favor de Marruecos con la cuestión del Sáhara Occidental. A pesar de que el país norteafricano suspendió en junio el Tratado de Amistad con España, no suspendió el suministro de gas natural, incluso el presidente se mostró “encantado” de viajar a Argel para afianzar alianzas.

Presidencia de la UE y cumbre informal en Granada

Desde el panorama europeo, los compromisos están servidos. España asumirá, por quinta vez, la Presidencia de turno de la Unión Europea el próximo 1 de julio, siendo así el titular del Consejo Europeo, una tarea que sumará Sánchez también de cara a las elecciones generales.

Es así como el jefe de Moncloa dirigirá las cumbres y tendrá la última palabra para convocar reuniones de los líderes, tanto las ordinarias como las extraordinarias. Estas últimas podrían ser más frecuentes, como ya sucedió en 2022, por el delicado estado de la guerra de Ucrania, así como las tensiones diplomáticas que se están dando actualmente en la frontera entre Serbia y Kosovo.

Sánchez presidirá así los dos Consejos Europeos que se celebrarán en octubre y diciembre en Bruselas. Además, el Gobierno ya ha confirmado que está prevista una cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC), cuyos líderes no se han reunido desde 2015, para el mes de julio en Bruselas, y también ha expresado su voluntad de que pueda haber otra cita a nivel de jefes de Estado y de Gobierno con los países de la Vecindad Sur --Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Libia, Marruecos, Palestina y Túnez-- que de producirse sería la primera.

Además, cabe recordar que la histórica foto de los líderes de la OTAN en el Museo del Prado se repetirá  -en cierto modo- con los Veintisiete en la Alhambra de Granada. Una cumbre informal que se celebrará el próximo 6 de octubre, y tan solo un día antes Sánchez actuará como anfitrión para recibir a los 44 socios de la Comunidad Política Europea (en los que se encuentran otros países como Reino Unido o Ucrania, entre otros).

Sánchez, de la Cumbre Iberoamericana al G-20 en India

Otras citas que llevarán al presidente del Gobierno a proyectar e impulsar sus relaciones con el exterior serán, en primer lugar, la XXVIII Cumbre Iberoamericana en República Dominicana en marzo junto al rey Felipe VI.

Después, tras el éxito de la cumbre de Madrid, será Lituania la que acoja la próxima reunión de máxima relevancia de los dirigentes de la OTAN, un punto muy cercano al conflicto entre Rusia y Ucrania. Así, también cabe destacar que el G-20 se desplazará este 2023 a India, país con la presidencia de turno.

Por último, y a la espera de que trasciendan más detalles, el presidente del Gobierno se reunirá con su homólogo estadounidense, Joe Biden, en la Casa Blanca, una cita que se dará justo después de su visita al Palacio de la Moncloa.