Jair Bolsonaro, ya presidente saliente de Brasil tras terminar derrotado en las elecciones presidenciales del país carioca del pasado domingo, ha roto su silencio. Lo hace dos días después de que saliese vencedor de los comicios el izquierdista Lula da Silva. Así, el ultraderechista, que aún ni siquiera le había mandado un mensaje a su sucesor, ha hecho unas breves declaraciones en las que ha evitado hablar de la victoria de su contrincante y ha tildado el resultado de “injusticia”.

“Mientras sea presidente de la república, seguiré cumpliendo todos los mandatos de la Constitución”, ha dicho en su breve discurso desde el Palacio de Planalto, donde permanecerá hasta el próximo 1 de enero, fecha en la que Lula tomará el poder del país. Además, ha añadido: “Nuestros sueños siguen más vivos que nunca. Estamos a favor del orden y el progreso”.

El ya presidente saliente también ha criticado que ha sido tildado de “antidemocrático”, pero se ha despojado de esta etiqueta asegurando: “Al contrario de mis acusadores, siempre jugué dentro de la cancha de la Constitución”. “Jamás hablé de controlar a los medios y las redes sociales”.

Del mismo modo, Bolsonaro ha hecho referencia a las protestas que han organizado sus seguidores, cortando rutas en Rio de Janeiro, Sao Paulo y Brasilia, entre otros lugares, denunciando fraude y exigiendo una intervención militar. En este sentido, ha sostenido que la “robusta representación en el Congreso muestra la fuerza de nuestros valores: Dios, Patria, familia y libertad”.

No obstante, el ultraderechista ha pedido terminar con los bloqueos de las carreteras que llevan adelante camioneros y manifestantes simpatizantes de su partido: “Los actuales movimientos populares son fruto de la indignación, el resentimiento y la injusticia de cómo ocurrió el proceso electoral”. “Las manifestaciones pacíficas siempre serán bienvenidas, pero nuestros métodos no pueden ser los de la izquierda y perjudicar a la población”, ha añadido al respecto.

Movilización de la Policía

Ante la fuerza y el gran número de manifestantes seguidores de Bolsonaro llamando a una intervención militar y asegurando que el pasado domingo hubo un fraude electoral, la Corte Suprema de Brasil ha ordenado a la Policía federal de caminos que despeje de inmediato los cientos de carreteras que han sido bloqueadas por los camioneros que no aceptan el resultado electoral.

A lo largo del lunes y el martes se bloquearon más de 400 carreteras, razón que llevó al Tribunal Supremo Electoral a lanzar un duro aviso en la noche del lunes a todas las fuerzas policiales para que las desbloqueasen. La mitad han quedado ya despejadas.

La mayoría de los jueces del tribunal han respaldado esta decisión, acusando a la policía de caminos de “omisión e inercia”. Cabe recordar que el día de la jornada electoral también se denunciaron bloqueos que impedían a autobuses con electores llegar a tiempo a los colegios electorales.

Tras ello, han sido los gobernadores de varios estados de Brasil los que han decidido movilizar a la Policía Militar, que depende directamente de las regiones, ante la inacción de la federal para eliminar esta serie de bloqueos. Por ejemplo, el gobernador de Sao Paulo, Rodrigo García, ha tachado de "inadmisible" el bloqueo, mientras que el principal responsable de Río de Janeiro, Claudio Castro, ha llamado a "respetar el resultado de las urnas".