La polémica se ha desatado en las últimas horas tras las insinuaciones de la Unión Europea sobre los retrasos en la distribución de la vacuna contra el coronavirus de AstraZeneca. Este miércoles, ambas partes estaban citadas para mantener una reunión al respecto. La farmacéutica anunció airadamente que no acudiría al encuentro y la UE amenazó con sacar a la luz el contrato que, según dicen, la empresa está incumpliendo. Finalmente, AstraZeneca ha reculado y sí se sentarán en la mesa. 

Esta semana, la presidente de la Comisión Eutopea, Úrsula Von der Leyen, hablaba vía telefónica con el CEO de la compañía,Paschal Soriot, y le exigía que tenían que cumplir con el contrato, recordándole, además, la inversión económica que había hecho la UE sobre la farmacéutica a raíz de dicho contrato.

La comisaria de Salud, Stella Kyriakides, también sospecha que la empresa podría haber vendido parte de las dosis que había fabricado a otros países, presuntamente a Reino Unido. Por ello, la Comisión exige saber "cuantas dosis han sido producidas por AstraZeneca hasta ahora, dónde, si se han entregado y a quién".

Desde la empresa se defienden. Su director ejecutivo asume el retraso, pero argumenta que la UE contrató el suministro tres meses después que Reino Unido.

Aún así, las declaraciones de la Comisión Europa dejan entrever que tienen algo más que sospechas y ha propuesto poner en marcha un plan de transparencia de exportaciones, de modo que en un futuro las empresas que produzcan vacunas contra la covid y quieran exportar dosis deberán notificarlo previamente

En un principio, los órganos europeos descartaban emprender acciones legales contra la AstraZeneca, pero las últimas declaraciones apuntan hacia "cualquier acción necesaria" para el cumplimiento del contrato.