A pesar de que la reunión que se celebró este miércoles entre la Unión Europea y la farmacéutica AstraZeneca vaticinó un frente de colaboración, Bruselas ha tomado una decisión que podría cambiar el rumbo de la campaña de vacunación mundial. La Comisión Europea adoptará este viernes un mecanismo para controlar las exportaciones de vacunas que le permitirá impedir que las compañías farmacéuticas vendan a terceros países dosis producidas en el bloque si no son capaces de cumplir con el reparto prometido a los Estados miembros.

Por lo tanto, el comité de vacunas de Alemania se anticipa a la Agencia Europea del Medicamento (EMA) asegurando que la vacuna de AstraZeneca no aporta datos suficientes para evaluar la eficacia de la vacuna en pacientes de 65 años o más, lo cual puede derivar en grandes cambios sobre las estrategias de vacunación nacionales.

En todo caso, la Comisión Europea sigue adelante con su iniciativa para que las vacunas fabricadas dentro de la UE no puedan exportarse sin control. De este modo, aclaran que un "mecanismo de transparencia" no es una "prohibición de exportación", ya que precisará de una confirmación de las empresas sobre si las dosis son exportadas o no fuera de sus territorios. Es así como se podrán bloquar exportaciones estableciendo una barrera ante el posible escenario de comportamientos erróneos por parte de las empresas implicadas, lo que en estos momentos compete a AstraZeneca, según Bruselas.

Al ser de urgencia, entrará en aplicación tan rápido como sea adoptado en el colegio de comisarios, y su duración dependerá del comportamiento que tenga la farmacéutica en cuestión. AstraZeneca ya advirtió de que no podría cumplir con su promesa de enviar vacunas en el primer trismestre del año.

"Esto no habría que hacerlo en un mundo ideal, pero hemos visto que no todo funciona bien", argumentaban las fuentes europeas. El Ejecutivo comunitario justifica este sistema por la necesidad de controlar cuántas dosis producidas en plantas europeas salen de la UE y también para rendir cuentas al contribuyente europeo, cuyo dinero ha sido utilizado para reservar unidades de la vacuna durante los últimos meses.

De la misma manera, la UE obligará a las compañías farmacéuticas de cada país a informar a las autoridades nacionales de aduanas sobre su intención de exportar vacunas a terceros, especificando en todo momento cuántas dosis venderán, dónde se han producido y quién es el destinatario.

Certificado de vacunación

A pesar de no contar con el apoyo absoluto de los países que dependen del turismo para que su economía salga a flote, el certificado de la Comisión Europea es un informe de datos mínimo y uniforme para cada persona vacunada. "Las directrices apuntan a un esquema que pueda adaptarse tanto a medios impresos como digitales, asegurando flexibilidad y compatibilidad con las soluciones nacionales existentes, y una protección rigurosa de los datos personales", explica Bruselas.

Según la comisaria de Salud, Stella Kyriakides, la UE necesita "pautas sobre la prueba de vacunación con fines médicos" y "un enfoque común". "Espero continuar la cooperación con la Organización Mundial de la Salud para ampliar esta herramienta a nivel mundial", decía la comisaria. "Los certificados de vacunación interoperables serán una herramienta importante para los ciudadanos durante la pandemia, pero también después de que la superemos".

Estas pautas sobre certificados aterrizan en pleno conflicto entre los dirigentes de la Unión Europea y AstraZeneca. "Las compañías farmacéuticas no nos arrastrarán a ningún tipo de subasta para aumentar sus ganancias. Los laboratorios deben cumplir con las condiciones firmadas y pactadas", afirmaba la presidenta de los socialistas europeos en la Eurocámara, Iratxe García: "Para reafirmar su credibilidad, la Comisión Europea debe actuar con firmeza y publicar todos los documentos que no requieran confidencialidad".

"Lamentamos la continua falta de claridad en el cronograma de entrega y solicitamos un plan claro a AstraZeneca para la entrega rápida de la cantidad de vacunas que reservamos para el primer trimestre", ha insistido Kyriakides: "Trabajaremos con la empresa para encontrar soluciones y entregar vacunas rápidamente a los ciudadanos de la UE".