En las últimas horas han trascendido más detalles del espionaje coordinado por Génova contra supuestos contratos irregulares del hermano de Isabel Díaz Ayuso, una maniobra que tendría por objeto mermar las aspiraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Según ha adelantado El Confidencial, Ayuso conoció el pasado enero las prácticas de dudosa honorabilidad de Génova y los implicados trataron de tapar sus huellas para evitar ser descubiertos.

Las investigaciones sobre Ayuso comenzaron tras su sólida victoria en las elecciones autonómicas a la Comunidad de Madrid. Génova, entonces, optó por buscar las cosquillas a la dirigente popular para contener su ascenso, pues su perfil suponía una amenaza para Pablo Casado. Las averiguaciones se centraron en los contratos de su hermano, Tomás Ayuso. Concretamente, en el supuesto cobro de una comisión en un contrato adjudicado por la administración regional a un empresario amigo suyo. El caso comenzó en torno al mes de noviembre, tal y como adelantó entonces ElPlural.com con la información titulada Crece el miedo en el PP a que salga a la luz un escándalo contra Ayuso: “No son cremas, son aviones”, haciendo referencia a la caída de Cristina Cifuentes.

Sin embargo, los enviados por Génova, coordinados por Ángel Carromero, condenado por homicidio, no conseguían documentos inculpatorios y el caso encalló. Fue entonces cuando recurrieron a una agencia de detectives. En enero saltan todas las alarmas porque el asunto llega a oídos de Ayuso y los altos cargos implicados comienzan a tapar sus rastros atribuyendo toda la responsabilidad a cargos de una empresa pública del Ayuntamiento de Madrid y efectuaron una inspección de su contabilidad interna para intentar recabar pruebas con las que cubrirse las espaldas.

Almeida lo niega

En una rueda de prensa celebrada a primer ahora de la mañana, José Luis Martínez-Almeida ha comparecido únicamente en calidad de alcalde para indicar sus propias averiguaciones al respecto. Según su versión, un interlocutor enviado por Ayuso le preguntó por una reunión de un detective con la empresa municipal de la vivienda. Esa cita, dice Almeida, no se produjo porque tanto el detective como el trabajador en cuestión lo niegan. Sin embargo, cabe destacar que Almeida no ha querido responder a si tiene constancia de que Génova estuviera comandando las indagaciones ni ha puesto la mano en el fuego por las presuntas irregularidades del hermano de Ayuso.