Últimamente, el Partido Popular se encuentra en fuera de juego. Han centrado todos los esfuerzos en las Primarias y han descuidado otros aspectos de la política nacional. Por ello, se dejan aconsejar por agentes externos en los temas que los populares son incapaces de tratar.

Este es el caso que ha ocurrido con la decisión de Alemania sobre Carles Puigdemont. La justicia bávara decidió dar luz verde a la extradición del expresident a España, pero sólo aceptó los cargos por malversación, desechando de esta manera el delito de rebelión.

Una noticia que ha caído como un jarro de agua fría en los sectores más conservadores del país. Y el PP ha decidido liderar esta indignación, aunque con matices. Y es que, pese a que los populares han manifestado en las últimas horas un desencanto con el espacio Schengen, lo han hecho después de que Carlos Herrera les dictara cómo debían actuar.

“Si se escapan los delincuentes y luego no te los traen, igual hay que volver a las fronteras y eliminar el Tratado Schengen”, de esta manera tan rotunda pedía Herrera en su homilía del domingo suspender este compromiso. Horas después, el PP obedecía y le copiaba el mensaje: “Exijo al presidente Sánchez que suspenda la aplicación del Acuerdo de Schengen en España como han hecho tantas veces otros países de la UE hasta que se aclare si la euroorden sirve para algo o no sirve para nada", decía Esteban González Pons, portavoz del PP y vicepresidente primero del Partido Popular Europeo en el Parlamento Europeo.

Sin embargo, Pons no ha sido el único que ha reclamado la derogación del Tratado. El candidato a la Presidencia del partido, Pablo Casado, ha hecho lo mismo, manifestado que el espacio Schengen "se podrá suprimir si no hay garantias de que a España se le respete".

Estos mensajes han encontrado su réplica en las palabras de la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Isabel Celaá, quien ha defendido tanto la decisión de Alemania, como especialmente y “en todos los sentidos” el espacio Schengen. Celaá ha justificado esta decisión ya que si aceptaran estos planteamientos se alinearían “con algunas posiciones europeas” que el PSOE no comparte “de ninguna de las formas”.

¿Qué es Schengen?

Pero, ¿en qué consiste realmente este Tratado? Pues bien, el espacio Schengen es uno de los mayores triunfos de la Unión Europea y consiste en un área que comprende a 26 países europeos en los que no hay fronteras internas. Además, en términos migratorios funciona como un solo país.

Sin embargo, pese a que se trata de una de las cosas de las que la UE se siente más orgulloso, no todos los Estados de la UE forman parte del espacio Schengen. Este es el caso de Bulgaria, Croacia, Chipre, Irlanda, Reino Unido y Rumanía. Asimismo, existen países que no son miembros de la UE, pero sí de Schengen. Estos son: Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.