Al Tribunal Supremo no le ha gustado absolutamente nada la decisión del tribunal de Schleswig-Holstein (Alemania) sobre aprobar la euroorden de extradición a Carles Puigdemont sólo por malversación y no por el delito de rebelión.

Según ha adelantado el diario El Mundo, el magistrado Pablo Llarena, que acaba de cerrar la instrucción del Procés, está barajando dos opciones ante la decisión alemana. Una sería reclamar la extradición completa al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, última instancia a la que podría acudir, y otra sería retirar directamente la euroorden dejando sólo activa la orden de detención en territorio español.

De desactivarse totalmente la euroorden, el expresidente catalán podría moverse sin ninguna limitación por el extranjero, aunque no podría pisar suelo español, donde sí seguiría activa la orden de detención. Puigdemont estaría como mínimo 20 años fuera del país, el tiempo que tarda en prescribir el delito de rebelión.

La decisión de la justicia alemana se ha producido apenas 24 horas después de que el juez del Supremo Pablo Llarena terminara la instrucción de la causa del procés y haya declarado en rebeldía a los procesados que se encuentran huidos, incluido el expresident de la Generalitat, que serán investigados en otra pieza separada. El magistrado acordó la conclusión del sumario de la causa del procés respecto de los procesados no fugados, a quienes da quince días para su comparecencia en el tribunal competente para enjuiciarlos en el Supremo.

Respecto a los que están huidos de la justicia (Carles Puigdemont, Antoni Comín, Lluis Puig, Meritxell Serret, Clara Ponsatí, Marta Rovira y Anna Gabriel) los declaró en rebeldía y, tal y como contempla el artículo 842 de la ley procesal, se suspendió el curso de la causa respecto a ellos, que quedarán en otra pieza separada mientras no se encuentren a disposición del juez.

En consecuencia, Llarena ya ha comunicado a la Mesa del Parlament la suspensión de cargo público de los cinco diputados catalanes que están en prisión preventiva así como del expresident Carles Puigdemont, huido en Alemania, todo ellos procesados por rebelión.