En el marco de los pactos que ha sellado el PSOE de cara a la investidura de Pedro Sánchez, con ERC y Junts en estos días, y con PNV y Coalición Canaria en las últimas horas, las redes han rescatado otros pactos pasados de la historia democrática que también fueron por esta línea. Cabe recordar el acuerdo al que llegó el Partido Popular en la era de Mariano Rajoy con el PNV en términos municipales.

Un usuario en la red social X -antes conocida como Twitter- ha repescado algunos titulares de prensa que se remontan a 2017 en los que se recoge el acuerdo entre el Gobierno popular de Rajoy y el Ejecutivo autonómico vasco sobre la Ley de Instituciones Locales aprobadas en el Parlamento regional en 2016 por la que la delegación del Gobierno en Euskadi retiró una treintena de recursos interpuestos contra los ayuntamientos que sólo se comunicaban en la lengua vasca. De este modo, Rajoy se pudo mantener en el mando principal de Moncloa.

“¿Alguien escuchó a Aznar anunciar el fin de los días? ¿Visteis a Feijóo aporreando los tambores del apocalipsis?”, se pregunta este usuario rescatando, a la par, algunos de los titulares que han dejado en los últimos dirigentes populares en señal de crítica contra los pactos de Sánchez.

Rajoy no cuestionó la comunicación en vasco entre los ayuntamientos

Finalmente, y por el pacto al que llegó el Gobierno de aquella época con la formación vasca, los ayuntamientos de Euskadi, tan sólo en términos municipales, pudieron comunicarse entre ellos utilizando la lengua regional. Así lo confirmó entonces el que fue delegado del Gobierno en el País Vasco a finales de enero de 2017, Javier de Andrés, señalando que el Estado retiró la treintena de recursos interpuestos contra los ejecutivos municipales por comunicarse en esta lengua.

La decisión fue ejecutada por su antecesor Carlos Urquijo, pero fue De Andrés quien la anunció al tomar el cargo y, especialmente, después de que la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco diese la razón al ayuntamiento vasco de Aretxabaleta (Guipúzcoa)  por defender que sus escritos se presentasen en euskera, la lengua oficial de la autonomía.

Las tensiones se apaciguaron así después de que el Ejecutivo de Rajoy llegase a amenazar al gobierno vasco de Íñigo Urkullu con recurrir esta medida ante el Tribunal Constitucional. El nuevo clima de acercamiento entre ambas formaciones, y que finalmente favoreció la continuidad del expresidente del Gobierno en Moncloa, permitió la renuncia del PP a remitir la cuestión al Alto Tribunal.

Con la entrada en vigor de la Ley Municipal vasca en abril de 2016, los aires volvieron a caldearse entre la Administración estatal y a la autonómica ya que, desde el PNV entonces, denunciaron lo que consideraron como un ataque contra la oficialidad del euskera. Y es que la situación volvió a normalizarse en el momento en que Urquijo fue retirado del cargo y con el ascenso consiguiente de De Andrés quien, en un acto presidido por la entonces vicepresidente del Gobierno de Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, juró su cargo en las dos lenguas oficiales, en español y euskera, lo que ya denotó la mayor cercanía con la lengua y la causa vasca que su antecesor.

Los pactos de Aznar y González

Más cercano a la causa catalana, en los últimos días las redes también han vuelto a posicionar en el centro de la mesa de debate los pactos que sellaron tanto el popular José María Aznar como el socialista Felipe González en sus respectivos mandatos en Moncloa con la Generalitat comandada en la década de los 90 por Jordi Pujol.

Algunas portadas de la prensa escrita de hace años atrás que recogían pactos entre los presidentes del Gobierno de la época con el que fue expresident de la Generalitat catalana, Jordi Pujol. En estas imágenes, recoge tanto el Pacto del Majestic del Ejecutivo del PP de José María Aznar como el acuerdo que tuvo que alcanzar el socialista Felipe González para garantizar apoyos externos a su mandato. En estos términos, titulares de prensa escrita recogieron estos acuerdos de la siguiente manera: “Aznar y Pujol: pacto para la gobernabilidad de España en los próximos cuatro años”, por un lado; “González se humilla ante Pujol y compromete los intereses generales de España para continuar en el poder”, por otro.