Camino despejado. PSOE y Partido Nacionalista Vasco (PNV) han sellado ya el pacto que desbloquea por completo la investidura, que se celebrará previsiblemente los días 15 y 16 de noviembre, aunque el pleno ha de ser convocado de manera formal por la presidenta del Congreso de los Diputados. Ha sido el propio Pedro Sánchez el que ha escenificado con el líder de los jeltzales este mismo viernes la firma de la alianza, que recoge la transferencia de todas las competencias pendientes -como la Seguridad Social- o avanzar en el camino para un nuevo estatuto de Autonomía.

Más cerca de repetir en Moncloa

Con los siete votos amarrados de Junts y los cinco del Partido Nacionalista Vasco, el presidente en funciones tiene camino libre para presentarse en la sesión de investidura la próxima semana con plenas garantías. Los socialistas, sufriendo más de la cuenta en la negociación con los neoconvergentes, llegarán al pleno con los deberes hechos. De hecho, hasta Coalición Canaria ha confirmado su adhesión al 'sí' a Sánchez, apoyo que no resulta crucial para un PSOE que ya tiene en su mano la mayoría absoluta, pero sí supone un cambio de paradigmas en cuando a los bloques en el Hemiciclo. Con los canarios ya son 179 síes.

De este modo, y a pesar de la noria que ha supuesto el tira y afloja con Carles Puigdemont, los socialistas conceden una especial relevancia a la firma con el Partido Nacionalista Vasco. Los jeltzales son los últimos en sumarse a la mayoría, sin interponer excesivas trabas, y será el único acuerdo que cuente con la rúbrica del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. En Ferraz tienen en buena consideración a los de Andoni Ortuzar, a quienes sienten como socios preferentes; un estatus que han querido mimar, aunque sea de manera simbólica, pues la llave que ha abierto la puerta de la investidura ha estado en poder de los neoconvergentes. 

Confío en el Gobierno de Sánchez

La imagen de la firma entre Ortuzar y Sánchez es totalmente inédita en este proceso negociador y es la prueba palpable de la importancia que los socialistas le otorgan a sus socios vascos, cuyos cinco escaños se antojan imprescindibles para investir al jefe del Ejecutivo en funciones. Llega, además, tras culminar el pacto con Junts en Bruselas, pero ni siquiera los neoconvergentes, sobre los que descansaba la viabilidad de la legislatura, tuvieron la relevancia que el PSOE le da al PNV. La simbólica fotografía entre los dos líderes se ha hecho realidad en la mañana de este viernes en el Congreso de los Diputados. 

Tranferencias de las competencias pendientes

Allí, en rueda de prensa desde el hall de Ampliación III, edificio contiguo al Hemiciclo, el presidente de los nacionalistas vacos ha dado cuenta de este acuerdo, que ha enmarcado dentro del "momento de complejidad" que dice se está viviendo a nivel político en todo el territorio nacional y por el que ha llamado a tener "la máxima responsabilidad, altura miras y firmeza para defender la democracia y las instituciones". "Este es el ánimo por el que se ha alcanzado el acuerdo con el PSOE", ha comenzdo su declaración Ortuzar, quien ha tildado el pacto de "bueno para Euskadi" ya que "supone un nítido avance en el cumplimiento del autogobierno y se sientan las bases para negociar un autogobierno futuro". Con todo, socialistas y vascos se han dado un horizonte temporal máximo de dos años para ambos procesos".

Rodeado de cámaras y entre una nube de periodistas, el dirigente vasco ha sostenido que el documento que él mismo ha firmado con Sánchez recoge un compromiso por el cual "se garantiza" llevar a cabo una negociación para el traspaso efectivo de todas competencias pendientes, una de las peticiones históricas de los nacionalistas, así como abrir la puerta a "un sistema de garantías basado en la bilateralidad y la foralidad". En su declaración no ha puntualizado cuáles son esos dominios administrativos que todavía no tienen entre sus manos pero más tarde, en respuesta a la prensa, sí ha confirmado explícitamente que el régimen económico de la Seguridad Social se encuentra entre ellas. Un extremo que el Gobierno ha negado -o al menos rebajado- más tarde. La ministra María Jesús Montero ha expulsado del plazo de dos años esta materia, que sí se comprometen a trabajar pero de la que ha dicho es "muy difícil" si transferencia. "Lo hemos acordado como en todos los pactos con el PNV. No hay noticia", ha sostenido en declaraciones a la prensa desde el patio de Floridablanca, del Congreso.

Ortuzar Igualmente ha destacado que se ha plasmado un compromiso para "responder a las demandas mayoritarias del pueblo vasco", como reivindicaciones en el marco de las relaciones laborales o el impulso dentro de la comisión mixta para el concierto de la capacidad fijar de las bases de reposición para ofertas públicas de empleo para la concertación de "nuevos impuestos y límites de deuda". Por otra parte, Ortuzar ha comunicado que se refuerzan las competencias de la Ertzaintza, "por lo que Navarra recibirá próximamente las competencias de becas e I+D+I", al tiempo que también se avanza en la “resolución de problemas” del sistema de revisión social o en el “salto” del euskera en el ámbito digital.

La legislatura, un "reto" para Sánchez

Por todo ello, el líder de los jeltzales ha calificado este acuerdo como "amplio" y por el cual van a "garantizar la investidura de Sánchez y la estabilidad de la legislatura". Todo ello "siempre que esté sujeto a los avances y cumplimiento leal de los compromisos", un punto que va en la misma linea que ERC o más recientemmente con Junts per Catalunya. Todos apoyan pero dejan la puerta a tumbar la legislatura en el caso de que los socialistas no cumplan lo pactado. "Confío en el gobierno de Sánchez, pero en el caso de no cumplir hay un seguimiento", ha llegado a decir.

De hecho, el dirigente nacionalista ha tildado de "reto" para el propio Sánchez el convivir con distintas fuerzas con diferentes exigencias y argumentos. "Es un reto meternos a todos en la misma pernera y no tener choque de palas. Sánchez es consciente de esa situación y que va a exigir un plus", ha afirmaddo Ortuzan antes de colocar esta situación como "una fotografía del Estado español en general" y de lanzar el lema de "unidos en la diversidad". "El asunto es convivir juntos y a gusto todos. Es un test sociológicamente bonito ver cómo avanza la legislatura", ha sostenido. Con todo, ha garantizado que van a estar "a la altura de la situación" pese a que "no vienen cosas fáciles ni política ni económicamente" y por lo que "habrá que ser valientes".

En cuanto al reconocimiento nacional que se han emplazado a desarrollar, el vasco ha puntualiado que "va unido a un sistema de garantía bilateral anclado en la disposición adicional de la Constitución y el estatuto de Guernica". "A partir de ahí hay un ámbito de acuerdo para que podamos dar lugar a una nueva personalidad jurídico política para el país", ha dicho. Esto  abre la puerta a establecer los mimbres que traigan consigo un nuevo estatuto de Autonomía para el País Vasco, como han reconocido en privado fuentes de la formación. Preguntado por un apoyo a los Presupuestos, Ortuzan ha sostenido que no tendría sentido no apoyarlos después de votar a favor ed la investidura, aunque sí ha lanzado un dardo al PSOE. "Habrá que negociar partidas y ámbitos de mejora. Queda en el tejado del Gobierno hacerlo posible", ha sentenciado.

Demandas satisfechas

Las conversaciones con el PNV no se han revestido de la épica que entraña siempre un proceso de negociación con la derecha catalana. La buena sintonía entre las partes ha allanado el camino, hasta el punto de que socialistas y jeltzales han acordado potenciar el euskera, pero también avanzar en el "marco vasco de las relaciones laborales". Este punto supone una cuestión primordial para los nacionalistas vascos que ya defendieron a capa y espada la pasada legislatura. De hecho, fue este aspecto el que condujo al PNV a votar 'no' a una reforma laboral que finalmente acabaría salvando el diputado del Partido Popular Alberto Casero. 

Los jeltzales han presionado a los socialistas con los compromisos adquiridos durante la legislatura anterior, dado que consideran que algunos acuerdos quedaron en el aire y no se cumplieron. Pese a ello, el PNV confía en que en estos cuatro años se transite en una ruta de "grandes avances en transferencias y autogobierno presente y futuro".  Desde el Gobierno vasco tachan de "esencial" que se forme un Ejecutivo en España "cuanto antes" que cimente una legislatura "estable y duradera". Lo ha dicho Bingen Zupiria, portavoz y consejero de Cultura y Política Lingüística, en una entrevista concedida a Euskadi Irratia. Entiende que lo que ha sucedido hasta ahora en el proceso de negociación "nos da una pista para pensar que la próxima semana se formará una mayoría".

"Eso en sí mismo es importante y el Gobierno Vasco hace una valoración positiva, porque creemos que es esencial formar Gobierno cuando antes en España y que comience una nueva legislatura que sea estable en su actividad y perdure lo máximo posible, porque la durabilidad de un nuevo gobierno basada en la estabilidad es importante", ha asegurado. En este sentido, ha indicado que la relación entre los dos gobiernos "la tendremos que hacer en el día a día, viendo cómo suceden las cosas". Zupiria ha advertido de que "hay compromisos que vienen de antes y no se han cumplido". "Nuestra petición y crítica ante eso es conocida y, por lo tanto, es el momento de seguir pidiendo que se cumplan. Luego ya llegarán las valoraciones", ha rematado.