Obsesionado por corregir el problema de la deuda, que es lo que asusta a EE.UU, estamos descuidando que se agrava el problema  de la deuda si no hay una senda de crecimiento y generacion de empleo. En los mercados hay de todo, pero sobre todo hay inversores, que es la parte mas noble de los mercados, que les gustaria poner su ahorro en la economia productiva, generar riqueza y generar empleo.

Por tanto, ¿esto quiere decir, que estoy contra del ajuste? No por favor, no. Creo que hay que combinar la capacidad de ajustarse, sensatamente, con la capacidad de impulsar la demanda con políticas activas. Es lo que pide EE.UU.

¿Lo puede hacer Europa? Sí. En Europa si un país como el nuestro ha pasado de dos y medio por ciento de superávit al diez por ciento de déficit, tiene que corregir el déficit. Lo puede corregir dramáticamente en tres tramos o más sensatamente en cinco tramos, eso depende de la responsabilidad común que se comparta.

Pero hay países que no tienen ese problema y que deberían están liderando un tirón de la economía como Alemania, pero claro, nadie se atreve a decirle nada a Angela Merkel. La verdad es que no sé por qué, porque siempre Europa ha sido el espacio donde cada uno decía lo que le daba la gana y de ahí nacía justamente un buen entendimiento, aunque la bronca fuera fuerte en el Consejo Europeo.

He visto el primer ministro de Portugal ir a ver a Merkel y decirle que está de acuerdo con ella en que los bonos europeos no son necesarios. Yo pienso en España y digo: “Hombre, si hubiera un bono europeo hasta el 60% de la deuda, en lugar de pagar 30.000 millones de euros de intereses estaríamos pagando quince mil millones”. Para Portugal eso lo multiplico por dos.

Si el primer ministro portugués le dice a la Sra. Merkel que coincide con ella en que el bono europeo no es necesario, digo, bueno, habrá quedado divinamente con Merkel, no sé con la deuda de su país y el pago de intereses cómo habrá quedado.